Capítulo 20

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Al salir de la cafetería veo estacionado el auto de Lucca en la esquina y me dirijo hasta él casi corriendo.

Soy un completo manojo de nervios porque quiero saber cual es la sorpresa que me tiene pero también estoy muy emocionada. He pasado toda la noche pensando en qué será pero no se me ha ocurrido nada.

Me lanzo a él en un abrazo al subirme a su auto. Lo apreto contra mí haciéndolo reír y él me regala una sonrisa al separarnos.

—Ya veo que tenías ganas de verme —dice divertido. Se le marcan sus hermosos hoyuelos como cada vez que sonríe. Se ve súper tierno con ellos y no me lo imagino sin esos hoyuelos que lo caracterizan.

—Tengo más ganas de saber cual es la sorpresa —miento, y sonrío por mi comentario—. Tampoco es como que me estuviese muriendo por verte —me encojo de hombros quitandole importancia y él suelta una carcajada.

—Eso no te lo crees ni tú —dice en medio de la carcajada. Le doy un manotazo y él se lleva la mano en la zona lastimada haciendo una mueca de dolor—. Auch.

—Dime ya —lloriqueo—, quiero saber.

—Y lo sabrás, deja lo impaciente.

Nos lleva hasta su apartamento y en todo el camino hasta ahí, no lo dejo tranquilo, le hago preguntas e intento sacarle alguna información que me ayude a descubrir la sorpresa pero lo que hace es reírse y no dice nada.

En su apartamento no veo nada fuera de lugar o diferente. Me lleva de la mano hasta la sala.

—Dijiste que querías escuchar la canción que grabé hace unas semanas —asiento entusiasmada—. La vas a esccuhar hoy —declara. Mi boca se abre por la sorpresa pero de inmediato pasa a ser una sonrisa. Me tiro a besarlo emocionada. No creía que realmente me la fuera a mostrar, ¿por qué? No sé, pero eso era lo que creía—. Siéntate.

Hago lo que me dice y me siento en el sofá. Camina hasta las bocinas que tiene junto al televisor y conecta el celular con un cable. Me mira de reojo antes de darle play.

La canción empieza con un ritmo lento pero solo es el sonido, todavía no escucho su voz pero la escucho después de unos pocos segundos.

Lucca se acerca a mí con una sonrisa nerviosa. Cierro mis ojos para concentrarme en la canción como siempre hago que escucho sus canciones nuevas.

Escuchar su voz es como tocar las nubes. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, realmente siento la canción en todo mi ser. Es tan increíble la sensación que tengo al escuchar la canción. Esto jamás me había pasado con ninguna de sus canciones. Cada palabra que dice entra en mí para quedarse y sin poder evitarlo una sonrisa aparece en mi rostro al mismo tiempo que mis ojos se llenan de lágrimas. No sé porqué me estoy sintiendo así y ni siquiera sé como realmente me estoy sintiendo; es como nostalgia y alegría al mismo tiempo. La canción trata de desamor pero no es la primera vez que escucho una canción así y que me haga sentir de una manera tan extraña.

Cuando la canción termina, abro mis ojos con una sonrisa todavía en mi rostro. Lo miro y su mirada no la puedo explicar, hay un sin fin de emociones en esos ojos azules que tanto me encanta mirar. Creo que en su mirada veo amor pero quito eso de mi mente de inmediato porque es muy pronto para que él sienta algo así de fuerte por mí.

—¿Te gustó?

—Me encantó —musito acercándome a él con los ojos llenos de lágrimas. Le sonrío para que vea que mis palabras son ciertas.

—¿Por qué lloras? —pregunta preocupado cuando una lágrima cae de mi ojo. Pasa su pulgar para quitarla y yo suelto una pequeña risa.

—No lo sé —respondo emocionada, mordiendo mi labio—, es primera vez que me pasa. Nunca me había pasado nada parecido con ninguna canción, ni siquiera con alguna otra tuya —no aparta su mirada de mí, seguro debo de estar pareciendo una completa loca—. Al escucharla sentí algo inexplicable. Me encantó, es hermosa. Gracias por querer enseñarmela —mis ojos se llenan aún más de lágrimas pero ésta vez si sé porque es—. Estoy muy feliz de haberla escuchado.

Te voy a amar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora