Agarro una de las rosas del arreglo y me la llevo a la nariz para sentir su olor. No es que sea muy amante de las flores pero éste gesto de parte de Lucca me encantó.
—Que detalle tan hermoso —dice Jessie acercándose a mí. Me quita la nota de las manos para leerla—. Dice que no ha dejado de pensar en ti. Elena, ya lo tienes loquito por ti.
—No sé si sea así pero a mí ya me tiene loquita por él. Voy a llamarlo para darle las gracias por el detalle. Ah, y tengan —les entrego la caja de las magdalenas—, son para las tres, ¿me escuchaste, Ali? —la miro con los ojos entrecerrados. Alice siempre se quiere comer todo lo que encuentra y no deja para las demás.
—Si, te escuché —me saca la lengua. Me voy a la habitación para tener un poco de privacidad.
Suena una vez y contesta.
—Hola, Lena —saluda apenas contesta.
—Hola, Lucca —musito tímida—. Gracias por el arreglo de rosas. No tenías porqué hacerlo.
Empiezo a caminar por toda la habitación, no me puedo quedar quieta en un solo sitio y menos sentarme en la cama cuando hablo por llamada.
—Lo hice porque quería. ¿Te gustaron?
—Si, están hermosas. ¡Por cierto! —exclamo recordando lo que decía la nota—, yo tampoco he dejado de pensar en ti en todo el día —digo casi en un susurro.
—Quiero verte, ¿puedo ir a verte?. Tengo una hora libre y quiero verte.
—Si, puedes venir. ¿Cuanto tiempo tardas en llegar? —pregunto, porque tengo que darme un baño, no lo puedo recibir así.
—15 minutos.
—Vale, te espero —cuelgo la llamada y salgo corriendo afuera de la habitación—. Chicas, Lucca estará aquí en 15 minutos —anuncio—. Necesito que acomoden lo que esté fuera de su lugar, por favor. Yo me voy a dar un baño rápido.
Alice y Jessie me hacen caso, así que me voy directo al baño. Me visto cómoda pero presentable; no me quiero arreglar mucho porque estoy en mi casa y no quiero parecer desesperada pero tampoco me quiero colocar algo de estar en casa.
Cuando me estoy colocando un poco de perfume, Alice y Jessie entran a la habitación.
—Si quieres nos vamos para no molestar —propone Jess.
—No es necesario, tampoco es que va a estar mucho tiempo.
—Vale, estaremos aquí.
Escuchamos sonar el timbre. Las chicas se quedan en la habitación mientras que yo voy hacia la puerta y sin preguntar quien es, abro.
Lucca está ahí, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.
—Hola —saluda con una linda sonrisa.
—Hola, entra —me aparto del camino para que entre. Me sorprende dándome un beso en los labios cuando pasa frente a mí. Una sonrisa tonta aparece en mi labios.
Me alegra que haya hecho eso porque yo no sabía como saludarlo, si con un beso en los labios o en la mejilla.
Lo llevo hacia la pequeña sala del apartamento. El olor de su perfume se impregna en todo el lugar.
Nos sentamos en el sofá grande y yo me acomodo de manera que podamos estar uno frente al otro. Me coge una de las manos y la entrelaza con la suya.
—Tenía muchas ganas de verte y eso que no nos vemos desde anoche.
—Yo igual —ambos soltamos una pequeña carcajada—. Soy feliz con verte aunque sea solo un rato —musito, y siento como mi cara se calienta.
—Te confieso que yo igual —dice, haciendo que me sonroje aún más al escucharlo decir eso—. Lena, con respecto a lo que dije anoche de conocernos más y ver qué pas...
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Te voy a amar ✔️
RomantikElla siempre soñó con conocerlo, pero nunca imaginó que al hacerlo, sucedería todo eso que se imaginaba por las noches antes de dormir. *** Elena, es una chica común y corriente que vive en Nueva york con sus tres mejores amigas; hay un sueño que co...