AUNQUE AHORA ESTÉS LEJOS

2.8K 348 107
                                    

POV ANDREA

La suavidad en las sábanas podía reflejarse al momento en que mis manos decidieron envolverse junto a un despertar bastante cotidiano y aunque la pesadez de mis párpados seguían con somnolencia tuve que terminar por levantarme solo para darme cuenta la falta de su presencia.

Cerré los ojos mientras llevaba ambas manos por detrás de mi desordenado cabello junto a un suspiro cargado de abatimiento, era increíble que Kara encontrara cualquier excusa con tal de evadirme. Incorporé la mirada mientras salía de la cama y en cuanto lo hice fui directo a la cocina por un vaso de agua.

Dejando invadirme por los miles de pensamientos causó una leve distracción encerrándome en cualquier cosa que pudiera hacerme olvidar de la pesadilla en la que vivía. Jack tenía razón, Kara se había vuelto una mujer tan audaz que incluso costaba creer que fuera la misma persona.

El sonido de las llaves sobre la barra de mármol hizo girarme percatándome de aquella inconfundible silueta. Sus azulados ojos se cruzaron con los míos y al instante pude sentir una parte de mis labios entreabriese, Kara vestía un conjunto deportivo incluyendo un top mientras que yo aún llevaba puesta una delgada pero corta bata grisácea.

––¿Saliste a correr? ––Desvíe la mirada observando el pequeño reloj yaciente en algún lugar de la cocina marcando las ocho. ––Bastante temprano, ¿no lo crees? ––Volví a prestarle atención sin embargo, Kara había dejado de verme para ir a la nevera y servirse un trago de jugo.

––No tenía idea que salir a ejercitarme fuera ilegal. ––Confesó bebiendo.

––Pudiste haberme dicho y te habría a acompañado. ––Crucé los brazos ocasionando una ligera mueca en la comisura de sus húmedos labios y su rostro no tardó en buscarme. Tragué ondo al verla rodear la barra para posicionarse justo en frente y los latidos de mi corazón palpitaron con fuerza dejando al descubierto los nervios de tenerla tan cerca. ––Kara... ––Sus delgados dedos hicieron a un lado un corto mechón de mi cabello colocándolo por detrás de mi oreja, no mentiré pero realmente me erizó la piel.

Tenía sus labios a unos cuantos centímetros que casi podía saborear ese dulce sabor en ellos después de tanto tiempo y al momento de bajar la mirada a su abdomen pude apreciar lo bien tonificado del duro trabajo. Finalmente sentí una ligera corriente atravesarme el cuerpo mientras se encontraba dispuesta a hablar.

––Si quisiera tu compañía ya lo sabrías... ––Palabras faltaron para describir la sensación tan humillante e hiriente, y lo que derramó el vaso fue la cínica sonrisa a medida que se alejaba. ––Iré a tomar una ducha y por cierto hoy tengo una reunión bastante importante así que por favor no intentes llamarme o ir a la oficina porque no estaré para ti. ––Estaba impactada y lo peor es que sentía rabia al notar su maldita satisfacción.

Creyó que no haría nada al respecto pero tan pronto como se dio la vuelva dándome la espalda la sujeté del brazo evitando que se fuera. Mis dedos seguían impregnados es su piel provocando una desafiante sensación al rededor.

––¿Sólo hoy o cualquier estúpido día? ––Mis ojos se cristalizaron debido al mínimo orgullo que aún conservaba. ––Nunca estás para mí. ––Reproché escupiendo con odio cada palabra. ––¡Te invito a los eventos de algunos colegas y jamás vas! ––Era increíble que permaneciera tan indiferente, tanto que su frialdad era más helada que cualquier invierno del que yo haya tenido recuerdos.

––Tengo asuntos más prioritarios que ir a un estúpido evento con personas donde ni muerta soportaría. ––No importaba lo primordial que fueran o quiénes estuvieran, aún así casi nunca iba.

––Personas como tú, así son todos en esas fiestas. ––La solté mientras retrocedía unos pequeños pasos. ––Egocéntricas y prepotentes. ––No la perdí ni un segundo de vista y por lo visto tampoco ella.

LA SOCIA DE MI PADRE -SUPERCORP- (KARA G!P) -TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora