Corazones Tempestuosos (AQM I) (PGP2024)

08. El indicado en el momento equivocado

CORY SHANE

Las clases tomaban su curso como debía ser. Me recargué sobre mi brazo, apreciando la belleza de aquella película que el profesor había puesto. Los efectos de sonido y de pantalla era una locura, y justo era eso lo que debíamos tomar en cuenta, a parte de otros puntos que la llevaron al exito. Los créditos aparecieron y las luces se encendieron finalmente.

—Bueno ¿Qué les ha parecido la película, jovenes?— Preguntó en general, el profe y moría por responder, pero en cuanto vio el reloj en su muñeca dijo: —Okay, sus opiniones quedarán para la siguiente clase, tengo una reunión con el rector en estos momentos, pueden ir saliendo. Estén atentos a su correo, que les mandaré un trabajo referente a lo que vimos en la película.

  Con eso dicho, el profesor guardó sus cosas y se retiró. Claramente el salon se puso eufórico gracias a la salida temprana de clases. Tomé mi bolso y lo ajuste a mi brazo, para salir de este. Una vez afuera escuché una notificación de mensaje en mi móvil, lo leí y me apresuré a salir del edificio para encontrarme con Ithiel.

  —¿Cuánto tiempo has estado esperando?— Inquirí, dándole un beso en los labios.

  —Media hora, pero no te preocupes, he tenido compañía— Aseguró, y aunque la curiosidad me quería ganar, me detuve antes de arruinar el momento tranquilo que teníamos.

  Llegamos al estacionamiento y me abrió la puerta de su nuevo auto.

  Durante el viaje, lo único que hice fue reír y reír gracias a sus comentarios, mismos que jamás había esperado de él. Sabía que trataba de complacerme y yo le admiraba eso, al final parecía que si quería aprender a amarme. Ithiel me dejó en la puerta de mi casa, eludiendo mi invitación a esta, por primera vez en toda nuestra relación. Aunque debía decir que las veces que se quedaba en casa o me visitaba, terminábamos haciéndolo aún cuando mis padres estaban rondando alrededor de esta.

  —¿Seguro que no quieres entrar?— Le había insistido, arrugando mi entrecejo un tanto confundida por su decisión.

  —Sí, nena, es mejor para los dos. Necesitó un tiempo a solas para pensar claramente las cosas.— Contestó él, luego me atrajo a sí mismo y besó mis labios en medio de un abrazo instantáneo. —Vendré por ti por la tarde noche.

  Y ante sus palabras, lo único que pude hacer fue sonreír bobamente. Estaba perdida por él, que olvidaba todo en instantes, creándome películas de amor que tarde o temprano terminaban siendo un fiasco del que me arrepentía. Me quedé en la puerta mirando como su auto nuevo salía por las rejas altas e impetuosas de mi casa.

  Dejé escapar un suspiro de mi boca, de solo saber que está noche lo volvería a ver. Y es que me pone nerviosa no saber que sucederá, ¿qué pretendía hacer? ¿Me llevaría a algún lugar costoso, para convencerme de ir a coger o qué tenía planeado?