Me quedé inmóvil al escucharlo, y es que no sabía si quería ponerle etiqueta a lo que había entre los dos, o si era buena idea seguir como estábamos hasta el momento.
Imágenes de nosotros dos me avasallaron, llegando a mi cabeza de recuerdos hermosos e inolvidables a su lado. Por eso dejé salir una sonrisa honesta y afable, mientras lo tomaba del rostro, mirándolo con ternura.
—¿Crees que es correcto?— Pregunté, con voz suave.
—¿Ha sido correcto hacer lo que hemos hecho aún después de todo lo que sucedió?
Me quedé pensando en ello, y por inercia quité mi mano de su mejilla. Sebastián tenía tanta razón, nada de lo que hemos hecho estaba bien, dejamos que el fuego se esparciera por todas partes hasta hacer un desastre irremediable, y a los dos nos perjudicaba tanto a nuestra imagen, como a nuestras familias, ya que para todo el mundo los malos de esta historia éramos él y yo.
—Tienes razón, no fue correcto y tratar de hacerlo ahora tampoco lo será— Contesté finalmente. —Podemos intentarlo y si no funciona, olvidarnos de que sucedió.
Aunque en su semblante se veía claramente la decepción, el pelinegro no me reprochó nada, solo alargó una sonrisa de oreja a oreja y aceptó mi propuesta.
—Vas a ver qué si funcionará.
Una parte de mi deseaba que lo nuestro funcionara, y la otra sabía que solo lo estaba usando para olvidar al único hombre que, hasta el momento, había amado. Y aún así, acepté, porque también sabía que llegaría a quererlo de otro modo, a incluso amarlo, después de todo, siempre había sido la fantasía de mi niña interior.
Durante el postre hablamos sobre temas triviales y poco importantes, cosas que nos hacían reír sin delicadeza, a pesar de estar en un restaurante en el que se pudiera ver mal, y al final salió el tema de la fiesta de Halloween. Sebastián me comentó que no tenía planes de asistir a la fiesta, pero estaba dispuesto a llevarme si eso era lo que quería.
No quería ir, no quería estar rodeada de tantas personas, pero le prometí a mi mejor amiga que ahí estaría y ella lo que menos quería era que me quedara en casa sin hacer nada, así que solo por ella asistiría a esa fiesta.
Terminamos de comer, Sebastián pidió la cuenta y después de pagar salimos del restaurante. Estando en el auto le comenté acerca de mi disfraz y darme cuenta de su mirada embelesada sobre mí me hizo entender que lastimar a un chico como él sería mi propia perdición. Sebastián se merecía a alguien que pudiera amarlo infinitamente y yo quería ser esa persona, más que olvidar a Ithiel, quería aprender a verlo de otro modo más allá que solo como amigo.
Preferí pensar en mi disfraz y en la plática que teníamos antes de que la culpa me golpeara.
—¿No te apetece entrar a casa conmigo?— Había aparcado frente a la puerta de mi casa, y mis planes eran pasar un buen momento junto a él.
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Corazones Tempestuosos (AQM I) (PGP2024)
Fiksi Remaja❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌ Trilogía Tempestades -Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara. Dejándome ahí, tan desolada y desdic...