❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌
Trilogía Tempestades
-Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara.
Dejándome ahí, tan desolada y desdic...
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26 DE OCTUBRE DEL 2019
ITHIEL HALLE.
Una semana atrás, después de la emblemática fiesta de Halloween que organiza la elite cada año, la joven Cory Shane e Ithiel Hale fueron vistos discutiendo nuevamente. ¿Será que la chispa entre ambos ha resurgido o solo es un mal reencuentro?
Ithiel Hale no ha querido dar declaraciones sobre el tema, incluso ha desaparecido de redes sociales en las últimas semanas, pero todos aseguran que Cory ha hecho su vida apartada de él y que no quiere ni piensa volver a su lado....
¡Claro que lo quiere!
De no ser así ni siquiera estando ebria se habría vuelto a meter conmigo, pero lo hizo, dejó que la volviera a besar y hacerla mía una vez más. Me levanté bruscamente y tiré aquella revista mediocre a la basura. Tenía tantas ganas de vomitar por la estúpida nota que acababa de leer, aún siendo solo unos pequeños párrafos, pero aun así lograban llamar la atención de cualquiera.
Aún recuerdo ese día a la perfección, no lograba entender incluso ahora, como es que Cory había podido estar con alguien más después de mí. Sé que me lo merecía, fui un patán con ella, y lo correcto era dejar que volviera a hacer su vida apartada de mí, pero muy en mi interior seguía necesitandola, incluso cuando mi orgullo se negaba a aceptar que estaba perdido y locamente enamorado de ella. Después de haber despertado junto a Cory en esa habitación, creí que habría la posibilidad de resolverlo todo, que me perdonaría y me daría una nueva oportunidad, pero el idiota de Sebastián no desaprovechó la situación y la hizo su novia.
Mientras pensaba y pensaba las cosas que habían pasado, yendo de aquí y allá, el rechinido de la puerta de mi habitación se hizo escuchar y luego la peculiar y elegante voz de mi madre.
—¿Hijo?— Volví en mí, una vez escuché mi nombre y me paré en seco a verla. —Tú padre quiere que vayas a verlo a su despacho.
¡Lo que me faltaba!
Tratar de averiguar lo que quería mi padre fue en vano, pues mi madre ni siquiera estaba enterada de ello y cuando se trataba de asuntos entre padre e hijo, mi madre prefería no intervenir.
Quisiera decir que no le temía a nada ni a nadie, pero mi padre era capaz de quitarmelo todo por un mínimo error, su manera de quererme se parecía al odio y al repudio, y no estaba para perder más de lo que ya había perdido con Cory.
—¡Ithiel!— Exclamó mi madre al ver que estaba perdido en mis pensamientos otra vez.
—¿Ah? Sí, ya voy.— Dije al final.
Ella suspiró y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de que lo hiciera volvió a voltear levemente y me sonrió de manera maternal.
—Necesitas volver con la terapeuta, cariño, si realmente amas a Cory, harás lo que sea para mejorar no solo por ella, sino por ti.— Aconsejó ella y después se marchó, dejándome en la oscuridad de mi habitación.
