❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌
Trilogía Tempestades
-Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara.
Dejándome ahí, tan desolada y desdic...
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Marjorie prefirió poner la mirada en el suelo, avergonzada por sus palabras anteriores. Me parecía una hipocresía que Ithiel dijera que le rompí el corazón, porque mientras estuve a su lado lo único que había hecho mal era permanecer en dónde solo me daban migajas de un cariño que al final siempre fue para alguien más. Y volví a darme cuenta que lo nuestro al final siempre había sido un show telonero para aparentar ante otros lo que nunca llegaríamos a ser en realidad y acepté que alejarme de él fue lo mejor que pude haber hecho por mí y mi estabilidad mental.
Ante ello, también me di cuenta que no debía permitir que mi dolor me encerrara en una burbuja por toda la eternidad, merecía volver a ser feliz y seguir con mi vida. Después de todo, si yo no hacía un esfuerzo por volver a ser lo que era antes de conocerlo, nadie más lo haría por mí. Así que mientras convivía con mis amigas decidí que era momento de tomar las riendas de mi vida y volver a la universidad.
26 DE AGOSTO DEL 2019
Al día siguiente le gané a la alarma y me desperté media hora antes de lo común para darme una ducha relajante y caliente. Salí del baño y escogí el outfit de ese día, tenía que ser uno que destacara mi personalidad, que robara las miradas de todos; tomé un conjunto parecido al que usaba Cher Horowitz de la película ni idea, solo que el top y la falda eran color morado claro. Me cepillé el largo cabello que tenía y me hice unas trenzas en forma de cascada, luego me maquillé un poco, resaltando el color amelado de mis ojos.
Me observé en el espejo y creí que me sentiría hermosa, pero no podía engañarme a mi misma. Por más que quisiera levantarme de la oscuridad en la que había caído, los demonios que Ithiel dejo en mi vida se encargarían de hacerme tropezar nuevamente. Ni si quiera me podía reconocer a mi misma, no sabía quién era, me había perdido por completo.
Terminé de arreglarme y bajé a la primera planta, mamá estaba acompañada de mi padre, tomando su café matutino. Los ignoré olímpicamente; aún no era capaz de perdonarlos, seguía sintiendo la traición como si lo hubiese descubierto en ese mismo instante y verlos solo acrecentaba el rencor que sentía por ellos.
Ubiqué a Jace en la cocina y le avisé que estaba lista para ir a la universidad, dejó lo que estaba haciendo para llevarme como todo el tiempo.
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