16. El reemplazo de una difunta p2

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Cory Shane

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Cory Shane.

—¿Qué? ¿Respuestas de que tipo?— Se escuchaba confundida, como si realmente no supiera de lo que hablaba. —¡Dios! Debería de haber preguntando antes como es que obtuviste mi número, pero eso no importa ahora. Si Ithiel te terminó no fue por mí, te lo puedo asegurar.

  —Sé que hay algo más, Miriam, lo vi en ti y en él, ustedes dos comparten un pasado juntos y yo solo quiero entenderlo. Quiero comprender porque ha decidido dejarme— Insistí, la chica volvió a suspirar, cansada de escucharme. —Sé que es extraño que acuda a ti, pero nadie estaría dispuesto a darme respuestas y sé que tendrás piedad por mí y me contarás lo que sea que él me haya estado ocultando todo este tiempo. Por favor, no te pido nada más que eso.

  La línea permaneció en silencio por un buen rato, hasta que escuché un resoplido de resignación por parte de ella.

  —Bien, Cory, ¿A qué hora nos vemos y dónde?.

  Con esa respuesta, solo necesité darle una hora y un lugar para quedar. En cuanto las clases terminaran, me vería con ella en una de mis cafeterías preferidas, perfecto para conversar apartadas de los ojos de los demás.

  Mi día en la universidad fue un poco monótono, solo que entonces intentaba evitar mirar a los ojos a otras personas, o llamar la atención de más. Lo menos que deseaba era crear más rumores alrededor de mí, tarde o temprano me afectarían y me harían de una imagen más frágil y débil, claramente eso no es lo que quería que vieran de mí. Me demostré firme, como si no hubiese llorado noches enteras por un hombre e hice mis deberes escolares como si fuera un día cualquiera.

Tras la salida me esperaba ya mi guardaespaldas en la puerta del aula, me miró de reojo, esperando que le devolviera la mirada cálida que me regaló, pero solo lo ignoré y continúe andando. Sin Mar ni Cari, el día era pesado, sin embargo, no me alteraba ni un poco haberme quedado sola ese día, sabía que para mañana, por lo menos Caritshma volvería a hablarme.

  —Y bien ¿A casa?— Jace abrió la puerta trasera para mí, me adentré en el auto y luego negué.

  —No. Tengo que encontrarme con alguien, llévame a la cafetería Bugambilia— Ordené, Jace asintió y cerró la puerta, para después subirse él.

  Tras unos minutos con el auto en movimiento, Jace finalmente había llegado a la cafetería. Aparcó y me ayudó a bajar de este, siendo un caballero. Le agradecí y seguí con mi camino, dejando que cuidara de mí como siempre lo hacía, manteniendo su distancia.

  Abrí las puertas, y no tuve que buscar ni un segundo más, había conseguido dar con ella en cuanto mi mirada se encontró con el bar de la cafetería. Por un momento el miedo de enfrentarme a la verdad me avasalló y me encontré queriendo irme antes que pudiera captar mi presencia, sin embargo, ya era demasiado tarde para dar un paso hacia atrás y marcharme. Me acerqué a ella poco a poco, hasta que llegué al mini bar que ofrecía la cafetería. Miriam estaba ahí, bebiendo un poco de su bebida especial. Se le veía distraída, quizás pensativa, ni siquiera se había percatado de mí, hasta que me senté junto a ella.

Corazones Tempestuosos (AQM I) (PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora