27. La decepción de un amor quebrantado ✓✓ (especial Sebastián Ortega)

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26 DE OCTUBRE DE 2019 8:30, HORA DE MADRID

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26 DE OCTUBRE DE 2019
8:30, HORA DE MADRID

SEBASTIÁN ORTEGA.

Desde la fiesta de Halloween no había vuelto a ver a Cory, estaba tratando de disipar el enojo que me provocó el verla con Ithiel estando tan ebria. Y era peor aún, Cory no tenía idea de que estaba enterado de su desliz con él y prefería que no lo supiera, claro que dolía saber que estando conmigo me engañó con su ex, pero el amor que le tenía a Cory era tan grande que prefería callar mi inconformidad, mis celos y molestia por lo que hizo, perderla no era opción para mí.

La tarde noche del viernes la miré llegar a la mansión y hubiera podido bajar a recibirla de no haber sido por el pequeño e irritante niño que tenía como hermano. No supe si intentaba entretenerme para que no pudiera hablar con Cory o si solo lo hacía por gusto, pero Luca intentaba entretenerme con sus estupideces infantiles. Unos momentos después, Luca me permitió irme, pero antes de que pudiera llegar a ella e invitarla a algún otro sitio, Cory ya había dado marcha atrás, la miré subir a su Cadillac e irse. Tuve intenciones de subir a mi auto para seguirla, sin embargo mi Nana evitó que fuera detrás de ella.

Más tarde descubrí que se iba del país, el coraje de no haber podido encontrarla al día siguiente me estaba consumiendo, y no solo eso, los celos, el miedo a perderla, a ser abandonado por ella se acumularon en mi interior, así que por mi cabeza cruzó la idea de viajar a México y sorprenderla, sin embargo, hasta yo sabía que era una idea estúpida. ¿Cómo podía hacerle eso a ella? Cory tuvo suficiente con los desplantes de Ithiel como para tener que lidiar con lo mismo nuevamente.

—No contesta mis llamadas, ¡Maldita sea!— Vociferé, apretando con fuerza mi celular.

Ya había perdido la cuenta de las veces que le llamé y no obtuve respuesta, pero no iba a perder la fe en que algún día respondería y me lo explicaría todo, incluso hasta lo que mi Nana y ella hablaron aquella tarde.

Guardé el móvil en el bolsillo de mi chaqueta, luego salí de casa con las llaves de mi Harley Davidson en manos y la busqué entre los autos que había en casa. Entre medio de un Mercedes y un Mclaren se encontraba mi motocicleta. Tenía tiempo sin tocarla, pues solía traer recuerdos del pasado que escocían en mi interior todavía. Pero era momento de desempolvarla y usarla una vez más.

  Me monté en la motocicleta, haciendo rugir el motor de esta, era una hermosura escuchar el rugir que emitía. Arranqué finalmente, después de tanto hacerla sonar y me sentí libre estando sobre ella, pero no contento, no satisfecho. Quería adrenalina y eso conseguí, aceleré la moto sin darle relevancia a nada, era como si no importara que un accidente pasara por la velocidad a la que iba. Mi mente solo se enfocaba en algo y era tratar de justificar a Cory.

Se fue

Me dejó solo...

No sabía que sentir ante eso, quise negarmelo, pero me daba coraje, ira y frustración saber que a ella no le importó irse sin decirme nada. Ni siquiera sabía si seguíamos siendo algo y ¿Qué esperaba de una mujer que no podía dejar de amar a un imbécil que nunca le demostró nada?

Corazones Tempestuosos (AQM I) (PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora