7

904 73 48
                                    

La joven llegó a casa, pero no había nadie. ¿Dónde se había metido su tío? Subió a su habitación, dejó las cosas de clase y se quitó las botas. Volvió a bajar al salón, entonces, Sam entró por la puerta, con un foco enorme.

- ¡Hola! ¿Acabas de llegar? - Lo dejó apoyado en el sofá.

- Ah... Sí. He ido a ver a Lilly, ¿qué es eso?

- Un foco, para la cámara, el flash de por sí no alcanzaría mucho en el bosque, esto sí. ¿Ves el cable que tiene? Si lo conecto a la cámara, puedo usar dicho foco como un flash gigante, será genial.

- Madre mía... Como eso te pegue un destello en la cara, te quedas ciego.

- Nosotros nos quedaremos atrás, obviamente, tu tío sabe lo que hace. ¿Y qué se cuenta tu amiga?

- Bueno ah... Le he dicho que al final te acompañaba y... No le ha hecho mucha gracia, la verdad.

- Que se venga, así será más divertido.

- No Sam... Le tiene fobia a los bosques.

- ¿Fobia a los bosques? Es la primera vez que lo oigo.

- Hilofobia se llama. Si no vemos nada interesante, nos volveremos, ¿no? - Ellen quería asegurarse.

- Claro, a menos que te apetezca acampar, aunque no tengo ni saco de dormir, así que... Complicado - Dijo, entre risas.

- No, no... Qué mal rollo.

- ¿Y tu amigo? ¿Qué te ha dicho? - Preguntó, refiriéndose a Lein.

- Nada de nada, como que no ha venido.

- Vaya, ¿le ha pasado algo?

- Ni idea, no tengo su número así que... Tendré que esperar a que vuelva a pasar por clase.

- Bueeno, no te preocupes. Oye, nos vamos dentro de unas horas, podemos cenar, ver una peli, así hacemos tiempo.

- Guay, pero déjame escoger a mí la película.

- Perfecto. ¿Qué vas a poner?

- Nada de musicales, a ver que hay en el menú... - Ellen comenzó a mirar en la app de la televisión - ¡Oh, podemos ver Gremlins!

- ¿Gremlins? ¿No era esa la peli que te daba miedo de pequeña?

- ¡Que va! Lo que me daba miedo era el Furby que me regaló una compañera de primaria.

- ¿Y eso por qué?

- No me gustaba que hablara así que le quité las pilas.

- ¿Y qué tiene que ver? - Preguntó su tío, extrañado.

- Que el bicho seguía hablando, voló por la ventana, ese trasto estaba maldito o algo.

- Caray... Seguro que soltaba con esa voz horrenda un "¡Te quieroooo!" - Sam comenzó a reírse.

- ¡Exacto! ¡Imagínate eso en mitad de la noche!

- Ya, mejor no pensarlo demasiado... Bueno, pues veamos a los bichejos verdes.

No cenaron nada demasiado cargante, improvisaron con lo que tenían en el congelador, hicieron patatas fritas y algo de pescado. Durante la cena, Sam le contó a Ellen cómo le había ido con su nuevo cliente, quería contratarle para un calendario de paisajes, era la especialidad de su tío, la joven estaba segura de que haría un trabajo estupendo.

A nuestra protagonista siempre le gustó la fotografía, unos años atrás, se había comprado una cámara para poder sacar fotos tan buenas como las de su tío, pero no duró demasiado... Un día, mientras ella estaba en el instituto, su madre vendió la cámara para poder comprarse algún tipo de droga, le hizo creer que habían entrado a robar en casa, solo para no tener que darle explicaciones.

La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora