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Derek e Isaac volvieron a atravesar el portal, volviendo al Limbo inmediatamente. Al llegar, Heather y Ellen estaban en silencio junto a Lein, quien no parecía estar en su mejor momento. Cuando el joven moreno se dio cuenta, no tardó en ponerse tenso, como si acabase de ver un fantasma en el reflejo de un espejo.

- Vaya... Así que le habéis encontrado - Se acercó, yendo directo hacia él, Ellen se puso en su camino.

- Eh, espera, ha venido por cuenta propia.

- ¿Y qué? Es un asesino, lo suyo es que terminemos esto de una vez - Dijo, mientras le señalaba.

- No es tan sencillo, ¿vale? Además, ha venido por cuenta propia...

- Sí Derek. Solo se ha ocultado por miedo... Algo le está pasando y necesita ayuda - Heather se acercó.

- ¿De qué estáis hablando...?

- Creemos que no es consciente de lo que hace... Como si no pudiese controlarse.

- Gilipolleces... ¿Tenéis el cadáver de Kloum al lado y aún necesitáis tiempo para saber lo que hay que hacer?

- Entiendo que estés alerta conmigo, Derek... Yo también lo estaría - Lein levantó la vista del suelo.

- ¿Ah sí? ¿Dónde está Brooke, brujo? - El chico no lograba bajar la guardia.

- N-no lo sé... No recuerdo qué pasó con ella cuando me la llevé.

- Más vale que no le hayas hecho nada... - Apretó los puños sin casi darse cuenta.

- Isaac, ¿habéis averiguado algo? - Preguntó Heather.

- Bueno... Al parecer donde abriste el portal, se trataba de la dimensión de Derek, o lo que quedaba de ella, estaba todo reducido a cenizas... Encontramos los restos de una criatura, podría ser el parásito que buscábamos.

- ¿Restos? Hmm... Eso es muy extraño.

- Lo extraño es que tenía una herida enorme en el centro, y parecía reciente...

- ¿Quieres decir que alguien mató al parásito hace poco? - Ellen no pudo evitar mirar a Lein - ¿Sabes... algo de eso?

- Recuerdo un sitio calcinado... Es... - De pronto, Lein comenzó a encogerse, poniendo - su mano sobre la cabeza - Agh... Me cuesta visualizarlo.

- Eh, oye, estás... - La pelirroja se acercó al chico.

- Bien, estoy bien, es que...

- Venga, ven conmigo... Te llevaré a tu cuarto - Le agarró de la mano.

- ¿Ellen qué haces? Vamos, tenemos que... - La joven le ignoraba, continuaba caminando - ¡Eh!

- ¡Cierra el pico, Derek! Entiendo que estés nervioso, de verdad, pero tenemos que meditar todo esto con calma, no podemos hacerlo corriendo - Le miró, seria.

- Te estás equivocando, Ellen... Y lo sabes. No es seguro tenerle aquí, deberíais haberle puesto fin... En especial tú - Bajó la vista hacia sus manos, que seguían cubiertas por aquellos guantes.

- Vale... Cuando dejes de comportarte como un capullo, avísame - Dijo, sin ganas de seguir discutiendo, luego se llevó a Lein. Abrió la puerta de su habitación, el chico entró primero, ella fue justo detrás. Todo era muy normal, no había nada destacable allí, solamente un cuarto común, con una cama, un escritorio, y un armario.

Lein se tumbó, con una expresión de cansancio y migraña, nuestra protagonista se sentó en el borde de la cama. El chico se quedó mirando al techo unos segundos, parecía como si estuviese pensando en algo. Ellen se levantó finalmente, con intención de volver por donde había venido.

La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora