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Isaac y Derek llegaron a su nuevo destino al cruzar el portal. Nada más llegar, todo se volvió oscuro, ¿dónde habían aparecido? Hacía calor, el ambiente era muy cálido. No era posible ver por dónde iban, así que tuvieron que caminar por la oscuridad del lugar, hasta dar con un punto de luz. Poco a poco, se veía la salida, decidieron seguir, hasta que pudieron ver algo más que negro.

Al acostumbrarse su vista, un mundo derruido se plantó frente a sus ojos. Parecían los restos de lo que alguna vez fue un lugar donde se podía vivir, pero todo estaba calcinado, reducido a cenizas. El cielo estaba teñido de un rojo apagado, con nubes oscuras que parecían haber salido del interior de un volcán.

- P-pero... ¿Qué demonios es este sitio? - Preguntó Isaac, sin poder dejar de mirar el escenario.

- Ni idea... Pero apenas se puede respirar, se te pega en la garganta... - Tosió - Es como si hubiese habido un incendio enorme.

- ¿Un incendio? No, esto parece algo más grande... Cualquiera diría que todo el planeta está así.

- Esto no me gusta...Deberíamos seguir - Comenzó a moverse.

- Sí... - Isaac se puso en marcha también. Fueron caminando por el lugar, en silencio, parecía que lo que habían dejado atrás era un túnel de la carretera en la que se encontraban. La cosa era incómoda entre ellos dos, jamás habían hablado, Derek parecía tranquilo disfrutando de sus pensamientos, pero el chico de las ojeras necesitaba romper el hielo - Oye, ah... Derek.

- ¿Hm? - Se giró.

- ¿Cómo llegaste tú al Limbo?

- Pues a diferencia de ti, muriendo, como el resto.

- Ya, sí, pero...

- ¿Quieres saber cómo morí? No hay mucho que contar, me infecté por un virus que había en mi mundo, y luego la palmé.

- Un virus... ¿Cómo un zombi o algo así?

- Has visto muchas pelis... No, el virus del que te hablo, convertía a la gente en monstruos cristalizados... Si te esperas un rato, créeme, podrás verlo por ti mismo - Dejando claro que él aún mantenía la infección.

- Caray...

- ¿Y qué hay de ti? Tu amigo se muere y haces todo lo posible para encontrar a su asesino.

- Por ahora os estoy ayudando a vosotros, pero... Tampoco puedo perder mucho el tiempo.

- ¿Quién crees que lo hizo? - Refiriéndose al asesinato de Rogers.

- Qué se yo... Mi amigo no era alguien que tuviera muchos enemigos en su vida, murió de un plumazo...

- Eso sería propio de Ellen, pero... Créeme, ella jamás usaría sus poderes con alguien inocente.

- Debe de ser duro eso de matar a alguien con tan solo tocarlo... En cierto modo, me recuerda a mi habilidad, pero al revés.

- Ya... - Fijó la vista a lo lejos - Eh, mira, hay dos túneles más.

- ¿Seguro que quieres entrar ahí? No sé... No parece que vaya a haber nada bueno si entramos.

- Cómo se nota que vives en ese sitio llamado Canadá... Si parece peligroso, tenemos que pasar, te recuerdo que estamos buscando un parásito... - Derek rebuscó en la mochila que llevaba consigo, sacando una linterna.

- ¿Llevabas eso contigo todo el rato?

- Ah... Sí.

- ¿Y no la has podido encender en el túnel anterior?

La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora