La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3

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Al volver al páramo, allí se encontraban Megan, Brooke, Derek y Abi, esperando a las dos restantes. Ellen seguía llorando en los hombros de Heather, sabiendo que ya no volvería a la vida que pensaba que había logrado con su propio esfuerzo, pero que nunca fue una realidad. Aunque durante un instante, Heather le susurró algo al oído, lo que hizo que la chica cesase el llanto un instante. Su grupo se acercó, preocupado.

- ¡Ellen, Heather! - Decía Derek, mientras se posaba frente a ellas - ¿Qué ha pasado...?

- Ahora no, Derek... - Respondió la chica de ojos verdes.

- ¡Estoy... harta! - Sollozaba la pelirroja - No puedo más... De verdad que no...

- Eh, oye... - Megan dio un paso - Ellen...

- Yo... O-os perdí la pista... No sé cómo ha pasado todo esto.

- Eso ya no importa... Heather y Abi han venido a ayudar, y no podemos dejar que eso sea en vano... No cuando Redda todavía sigue por ahí.

- ¿Y si no lo conseguimos? Ya se ha reído de nosotros demasiadas veces... No podemos hacer nada... - La joven estaba desanimada, no podía levantar la cabeza como si nada hubiese ocurrido. Miró a todo el grupo, agotada - No puedo seguir con esto.

- Ellen... - Brooke se dirigía a su amiga.

- ¡¡No, basta ya!! ¡Estoy cansada de mensajes esperanzadores, de que confiéis en mí, de pensar que podemos salir de esta! - Se puso en pie - Redda ya ha ganado... Lo vimos, antes de llegar a este sito.

- Todavía se puede arreglar eso... - Mencionó Derek.

- ¿Sí? Mira dónde estamos Derek... Tal vez no sea idéntico a lo que vimos, pero, ¿no lo notas? Es la misma sensación, el páramo, el infierno... No importa cómo lo quieras llamar.

- ¿Te estás oyendo? Vinimos a por Lein, a por Isaac, y a cagarnos a Redda para poder evitar lo que vimos antes de llegar aquí. ¿Y tú eres la que me decía a mí que dejara de ser tan capullo? Venga ya... - Derek la miró asqueado, aunque también podía reflejarse la decepción que sentía.

- Heather - Ellen pasó del chico y se acercó a su amiga. - Tu cansancio se debe a los portales, ¿verdad? Me pasó algo similar cuando llegamos aquí, creo que... Tú deberías utilizar la poca energía que me queda de Kloum - Extendió su mano, soltando unas ligeras luces destellantes sobre la palma de la chica con trenzas.

- Ellen... - Fue instantáneo, Heather comenzó a sentirse mejor, menos pesada y más activa.

- Esto no termina aquí, ¿recuerdas lo mal que estabas antes de venir? Vamos Ellen, pedías a gritos salir de la vida que llevabas, ¿acaso quieres volver a ese estado? - Megan no podía dejarlo correr.

- Ya todo... me da igual, no quiero seguir luchando... - Bajó la mirada.

- ¡Espabila de una vez! - La vampira golpeó a nuestra protagonista.

- ¡Megan! - Heather le llamó la atención.

- ¡No, no pienso dejar que se hunda en sí misma! Escúchame bien - Le agarró de la ropa -, no sé qué demonios te ha pasado mientras estabas en esa burbuja... Pero todos aquí hemos vivido un infierno, de alguna forma, y no ha sido fácil... No voy a dejar que Redda se salga con la suya, ¿me oyes? Tuve que renunciar a Isaac una vez, pero no va a volver a pasarme, no estando tan cerca. Así que, mueve el culo y termina lo que empezaste, como todos nosotros.

- Y según tú, ¿cómo vais a acabar conmigo, Meg? - Una voz comenzó a resonar por toda la ciudad, una voz que había causado pesadillas a casi todos los que se encontraban allí.