La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3

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[Oakville, en el presente]

Las cosas han seguido su curso, dos años después de que Isaac volviera a la Tierra. Megan y él han empezado una vida juntos, se mudaron al centro de la ciudad. Ambos poseen buenos empleos, Megan dirige un pequeño café al que llamó "Jeff's", un lugar bastante agradable. Por otro lado, Isaac, se volvió escritor. Quiso plasmar lo ocurrido en Ardis, durante sus años atrapado allí, vendiendo miles y miles de unidades, tituló el libro "El chico de la sudadera roja", símbolo de todas aquellas aventuras.

Fue Rogers quien le sugirió el nombre, y hablando de él, logró mantener el puesto de profesor de educación física, incluso le hicieron fijo. La alocada Emily, comenzó a estudiar idiomas, entrando incluso en la universidad, tenía un potencial increíble. Kyle comenzó una relación con la chica que conoció en aquel bar, Norah, se les veía muy bien juntos.

En cuanto a Zoey, volvió a Leaside, terminando por fin trabajando codo con codo junto a su padre. Seguían quedando de vez en cuando, todo el grupo. No perdieron el contacto, incluso, unos meses atrás, se fueron todos juntos a una casa rural de vacaciones. Se sentían muy a gusto, a pesar de no verse en mucho tiempo, no se notaba un declive en su amistad.

La vida les trataba bien, después de todo lo ocurrido, se merecían un descanso. Aunque aquello no duraría mucho más, las cosas iban a cambiar para siempre.

- ¡Meg! - Se escuchó la voz de nuestro viejo protagonista - ¿Sabes dónde está la corbata?

- ¿Cuál de ellas, listo? Tienes como doce o así - Decía ella, desde el otro extremo de la casa.

- Puees... ¡La roja! - Bajaba las escaleras.

- ¿La granate?

- ¡E-eso!

- Está aquí, sobre la plancha.

- ¡Uff...! Menos mal - La cogió y se la puso, lo más rápido que pudo.

- ¿Se puede saber qué hacía la corbata ahí?

- La planché.

- ¿Que la planchaste? Isaac, en mi vida te he visto hacer eso - Megan rio, le pareció absurdo.

- Ya, me dio por planchar la corbata, y... Decirlo en voz alta no suena muy lógico.

- Bueeno... ¿Lo tienes todo? Siempre te pones nervioso en estas situaciones, respira y eso - Le colocó correctamente la corbata.

- Sí, sé que solo es otra firma de libros con preguntas de los lectores y tal, pero... No sé, hoy me he levantado raro - Sonrió.

- No te has levantado raro, ERES raro - y tras decir aquello le besó. - Pero eso es lo que a todo el mundo le gusta de ti.

- Ja, ja... ¿Así lo arreglas todo, con un beso?

- No lo sé, ¿funciona?

- Mmmm un poco.

- Genial, entonces ya puedo seguir con mi vida - Caminó hacia el salón. - Hoy vienen tus padres a cenar, ¿no?

- Me parece que sí... ¿Qué día es hoy?

- Viernes, un viernes cualquiera.

- Diría que sí, luego les llamaré - Se dirigió a la puerta. - ¿Cerrarás pronto el café?

- Si puedes decirles a tus padres de cenar sobre las nueve, me harías un favor, así no voy tan justa.

- Perfecto, sí... Les aviso luego. Bueno, ¡me piro, vampiro! - Salió por la puerta.