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Ellen y Megan volvieron con Derek y Brooke, asegurando que todo estaba bien, simplemente, necesitaban analizar la situación un poco más. Ya no tenían nada que hacer en Ardis, habían conseguido varias pistas, pero por el momento, decidieron poner rumbo al Limbo de nuevo. La joven pelirroja, volvió a crear un portal, aunque este apareció con un tono grisáceo, por algún motivo. Trató de cruzarlo, pero entonces, alguna especie de barrera, se negaba a darle el paso, era como si estuviese bloqueado.

- Pero... ¿qué ocurre aquí? - Preguntó, extrañada.

- Esto es raro... - Derek trató de cruzar también, pero fue en vano, el portal rechazaba la entrada.

- ¿No podemos salir? - Brooke comenzó a preocuparse.

- No, eso no tiene sentido... Se trata del Limbo, debería...

- Déjame intentar algo... - La invidente se acercó al portal, poniendo la mano sobre - este. Acto seguido tuvo una ligera visión - No, no...

- ¿Qué ocurre, Brooke?

- El Limbo... Ya no está - Aquello no sonó nada bien para ninguno. - Ha desaparecido...

- ¿Desaparecido? Eso es imposible...

- Siento como... Alguien está hablando, pronunciando algo... - Brooke continuaba con la mano delante del portal.

- ¿Qué? - Entonces la chica también comenzó a oír algo.

- Pues yo no oigo nada... - Refunfuñó Megan.

- Estamos igual... - Comentó Derek.

- Es... La voz de Lein, Ellen, está llamándote... - Continuaba diciendo Brooke.

- ¿Desde dónde...? - Era como un eco, resonaba en la cabeza de ellas dos - ¡Lein! ¿Lein, puedes oírme? - Nuestra protagonista trató de responderle, pero no sabía de dónde provenía. - Tal vez... - Volvió a mirar el portal - Hay que atravesar este portal.

- ¿Cómo? Ya has visto que no se puede cruzar - Le recordó Derek.

- ¿Sí? Tú espera... - La chica frunció el ceño, luego se quitó los guantes. Se acercó de nuevo al portal, intentó cruzarlo de nuevo, pero volvió a aparecer aquel retroceso. Respiró profundamente, y entonces, puso las manos frente al portal, presionando encima de él. Una especie de barrera, de un tono ennegrecido, emergió, se negaba a dejarla pasar, pero ella permaneció, insistente. Comenzaron a escocerle las manos, como si estuviese quemando con algo.

- Eh, Ellen, creo que deberías... - Megan notó que algo no iba bien.

- E-estoy bien... No pienso echarme atrás - Empujó más fuerte, hasta que poco a poco, comenzó a agrietarse una capa sobre el portal, el sello se estaba partiendo a trozos. Terminó rompiéndose, provocando que Ellen retrocediera debido al impacto.

- L-lo has logrado... - El chico estaba sorprendido.

- Listo... Vámonos - Se inclinó un poco.

- Oye, tus... Tus manos - Megan se acercó a la pelirroja, señalando. Las manos de Ellen se habían teñido de una especie de tono morado, aunque de un tono tan oscuro, que parecía negro. Unas ligeras ramificaciones habían crecido de aquellas manchas en su piel, sobrepasando algunas de ellas, sus muñecas.

- Qué... Qué es esto - Ellen se asustó. Ya no le dolía, pero aquello parecía grabado en su piel.

- Al intentar cruzar la barrera... Te han aparecido esas marcas...

- Déjame intentar algo Ellen... Tal vez pueda ver algo - Brooke iba a tratar de tocar la piel de la chica, pero ella apartó sus manos.

- ¡Ni hablar, Brooke! Ni se te ocurra cogerme la mano... Es peligroso - Advirtió.

La Cuna del Bosque (COMPLETO) - Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora