CAPÍTULO XVIII "HERMANA MAYOR"

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Le tomé ventaja a Emilio para llegar al río, desde lejos se escuchaban los plomazos, me bajé del caballo y saqué el arma, no me puse a meditar, en cuanto tuve gente a la vista, disparé

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Le tomé ventaja a Emilio para llegar al río, desde lejos se escuchaban los plomazos, me bajé del caballo y saqué el arma, no me puse a meditar, en cuanto tuve gente a la vista, disparé.

—¿Quiénes son Emilio?

—No lo sé Chema —Polo, Josué, Chuy y Yordan llegaron después con más hombres, los arrinconaron en el monte.

—¡Yordan! ¡Tráeme a uno vivo, a los demás, chíngatelos! —busqué la camioneta de Ana y no estaba, volví a subir al caballo y la encontré más adelante, volteada sobre el río— ¡Ana! ¡Ana! —rompí el cristal con la cacha del arma, el río corría con fuerza, pero logré mantenerme cerca y poder mirar—, Ana —mi hermana estaba en el asiento de atrás con el cinturón puesto, sus dos hombres, el copiloto y el piloto, estaban muertos por los disparos—, Ana —la corriente estaba arrastrando la camioneta, tuve que rodear y romper el cristal que estaba más cerca de ella para poder sacarla—, Ana, Ana —estaba sangrando, después noté que era de su frente, le busqué pulso, no estaba respirando. La llevé a la orilla y comencé a reanimarla—, Ana, carajo, solo yo te puedo maltratar, Ana, Ana, vamos, Ana Laura —después de que casi le rompo las costillas, comenzó a toser—, Ana, Ana —parecía desorientada, miraba a todos lados, hasta que se fijó en mí y me sonrió.

—Hola, hola, Pepi.

—No te muevas, ahorita vienen a ayudar —comenzó a ponerse nerviosa y a llorar—, Ana, no llores, estarás bien.

—Ya no estés enojado conmigo.

—No voy a hablar contigo de eso ahora, tranquila, ahorita vienen a ayudarnos —en otro momento, la hubiera cargado, pero ya no tenía la fuerza para hacerlo, estaba desgastado, sacarla del río fue muy agotador.

—Pepi, perdón, perdón, debí decirte la verdad antes.

—Ya Ana, suficiente.

—Ese día, no fue una redada Chema.

—Ya cállate Ana Laura, no quiero escuchar.

—Era un rescate, era, un rescate, Manuel.

—¿Qué?

—Le dije a Xavi que no te dijera nada, porque sabía que ibas a querer tronarte a Eduardo, por eso no te dijeron, yo no quería que te metieras en problemas Chema, estabas bien lastimado —si no estuviera mojado se hubiera notado que ya estaba chillando.

—Eres bien estúpida, dejaste que te tratara como a una ramera.

—Era preferible a verte muerto Chema.

—Me caes bien gorda.

—No es cierto.

—Si es cierto, cállate ya.

—¡Ana! ¡Ana! —Xavi y su gente llegaron hasta nosotros—, Ana.

—Estará bien, necesita ir al hospital.

🌹・𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢ó𝐧・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora