Un mafioso caprichoso.
Un futuro agente de la DEA.
Ella novia de los dos.
¿Qué podría salir mal?
Consciente de que el padecimiento que sufre podría quitarle la vida en menos de un año, el hijo menor de una poderosa familia de mafiosos, hará lo posi...
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El problema de las personas y que en su mayoría es lo que las hace infelices es el hecho de que no aceptan su realidad, en mi caso, había tenido una vida cómoda los dos últimos veinte años de mi vida, pero en cuanto llegué a La Noria, entendí lo que era, lo que me gustaba y lo que quería para mi vida, comprendí que no todo lo que me gustaba era lo que realmente quería, hice un pacto conmigo misma, no volveré a ser lo que no soy.
— María José.
— Adolfo ¿Si te llamas así no?
— ¿Qué pasa contigo? ¿Cuándo vamos a irnos?
— ¿Vamos a irnos?
— Sí, ya lo pensé bien, quiero que nos vayamos, juntos, en cuanto lo hagamos, tendrás que decirme cómo encontrar a José Manuel para que no pueda molestarnos.
— ¿Así de fácil?
— Lo es ¿Qué pasa contigo? Siento que te estoy perdiendo.
— Tal vez estés haciendo mucho para perderme Adolfo, o tal vez hacer nada también es hacer algo para perder.
— ¿Nos vamos a ir?
— ¿Cuándo?
— Yo te diré el día, ese momento en el que yo te diga, tienes que hacerlo, cuando estés conmigo me dices en dónde agarrar a José Manuel, lo vamos a entregar directo a la DEA, se va a morir en la cárcel.
— ¿Seguro? Resulta cada vez más complicado fingir algo que no siento.
— Lo lograremos ¿Todo bien en Las Vegas?
— Lo tengo comiendo de la palma de mi mano, cariño, tú solo debes hacer que ese día llegue ya.
— Será pronto. — me besó. — Muy pronto, ya verás.
— Bien, entre más tardes más tiempo me compartes con él.
— Lo dices como si me fuera una gracia.
— No lo sé.
— Solo trata de memorizar todo.
— ¿Por qué no nos vamos ahora?
— Porque necesito atraparlo antes de que podamos estar en paz sin pensar que nos van a disparar en la cabeza.
— Bien, cuando me avises estaré lista.
— Marjo.
— ¿Sí?
— Te amo, mucho. — sonreí y seguí mi camino, miré el teléfono, José Manuel realmente me vuelve muy loca a veces.
— ¿Qué sucede?
— ¿Puede venir al hospital? — mi caracolito brincó en mi útero.
