CAPITULO VII "NUEVA ENFERMERA"

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Contrario a lo que podría parecer, esa noche pude dormir como si no me hubieran dicho que mi cronómetro ya traía la reversa puesta, pero no pude evitar despertar temprano, me senté en la cama, me dolía la mendiga vida y ahora comprendía por qué, m...

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Contrario a lo que podría parecer, esa noche pude dormir como si no me hubieran dicho que mi cronómetro ya traía la reversa puesta, pero no pude evitar despertar temprano, me senté en la cama, me dolía la mendiga vida y ahora comprendía por qué, miré la foto que tenía de mi mamá, suspiré.

—No estaba bromeando cuando me dijo que estaríamos juntos pronto ¿Verdad? —tenía seis años cuando mi mamá enfermó demasiado, fui a verla al hospital, me dijo que estaríamos juntos pronto y no la volví a ver, ahora comprendía todo lo que había sucedido con ella, supongo que es cuestión de tiempo para que comience a sangrar a cualquier hora como pasaba con ella, exhalé con pesar y miré mi pierna enyesada, tomé las placas que me habían sacado y miré, fruncí el cejo, esto no está roto, resoplé, solo se movió de lugar mi rodilla y mi tobillo tenía un esguince de tercer grado tal vez, que se vayan al carajo ¿Por qué me dijeron que estaba rota? Resoplé.

—José Manuel —me dejé caer en la cama.

—Pasa —le dije a mi papá, que entró, pero no venía solo, estaba con él una mujer que me parecía conocida.

—José Manuel, ella es María Fernanda, estará contigo mientras te recuperas.

—¿Ella estudio puericultura o qué?

—No, soy enfermera —suspiré, es bonita.

—No.

—No es una pregunta, si quieres estar aquí solo, ella va a estar contigo, de otro modo, te voy a llevar arrastrando a la casa grande.

—Hecho, ella se queda, antes hago un trio homosexual que volver a la casa a ver a tu pequeña zorra.

—¡José!

—Ya, déjame en paz, mi pierna ni siquiera está rota, solo se dislocó y el esguince, pura gente chismosa en este lugar, caray.

—Y aún así no tienes cuidado, imagínate si te decíamos la verdad —miró a la chica —. No tiene permitido quitarse el yeso, lo intentará, su trabajo es evitarlo.

—Chingado, lo que me faltaba.

—Deja de maldecir, te lo encargo, Fer.

—No se preocupe.

—Oh sí, déjalo que se preocupe —mi papá negó con la cabeza y salió, la chica me miraba y yo reaccioné en consecuencia.

—¿Qué?

—Nada, quisiera que me dijera a qué hora debo estar aquí por las mañanas.

—Fernanda ¿Por qué creo que la conozco?

—Sí, ese día en el rascacielos, yo soy prima de Eva y María José.

—Ah, vaya, con razón, María trabaja para mí también.

—¿Por?

—La contabilidad.

—Ah, es joven para tener una carrera ¿No lo cree?

🌹・𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢ó𝐧・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora