CAPÍTULO XLVII "SHAMPOO DE ROSAS"

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Después de un atinado y muy mexicano banquete, llegó el momento de los novios de pasar al frente a bailar, José Manuel y María José se dieron cita en el centro de la pista, sin saber que ese día, comenzaría su verdadero camino por el sendero del i...

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Después de un atinado y muy mexicano banquete, llegó el momento de los novios de pasar al frente a bailar, José Manuel y María José se dieron cita en el centro de la pista, sin saber que ese día, comenzaría su verdadero camino por el sendero del infierno.

— Creo que voy a felicitar al DJ. — susurró ella. — Esa canción sale en uno de mis libros favoritos.

— Lo sé. — lo miró unos segundos.

— ¿Leíste un libro romántico?

— ¿Le parece que tengo tiempo para hacer algo semejante? — respondió él.

— Oh vaya, eres romántico en alguna parte de ti.

— Es obvio, soy perfecto, que usted no lo quiera ver, es distinto.

— Claro que lo veo, lo estoy viendo ahora ¿Crees que estamos igual de ciegos o qué?

— Yo no digo eso y no estoy ciego, tengo deficiencia visual a la distancia, tal vez así esté mejor.

— ¿Por qué lo dices?

— Para que no pueda ver cuándo decida irse.

— Falta un año para eso.

— No lo sabemos. — después de un momento complicado, viene la calma, María José se había percatado de algo que le daba temor aceptar expresamente, no es algo sencillo, se había casado con un hombre que no amaba, ni siquiera un poco, la realidad es que no lo amaba, pero estaba aceptando dentro de su corazón que, igual podría extrañarlo si faltaba.

— ¿Piensas morir pronto?

— No lo sé.

— Sabes, ya que eres muy sincero con tus sentimientos, yo debería hacer lo mismo, creo que aunque no te quiera, te extrañaría.

— Ya es algo, me siento importante ahora mismo mientras bailamos una canción donde le digo lo que realmente necesito de usted.

— ¿Mi amor? Oh vamos, tú tienes el amor de quién quieres.

— Eso no es verdad.

— Claro que sí, de la mujer que quisieras, José Manuel, eres un hombre muy caprichoso, ese es tu problema.

— Y usted es muy incrédula. — la situación clara era la siguiente: María José no creía que José Manuel realmente estuviera enamorado de ella, las razones eran obvias, el pequeño de los Aragón tenía una fama de bandido de amores que bien soportaba, se le había involucrado con hijas de los hombres más importantes del país, diputados, cenadores, funcionarios de la seguridad pública, del sector salud, actrices, y por qué no, una que otra dama peligrosa de esas que guardan un arma corta en una discreta muslera bajo su vestido; por otro lado, José Manuel era claro con sus sentimientos de manera pública, pero no era lo mismo de manera privada hasta el día de ayer, que entendió que era mejor disfrutar de la compañía de María José sin pasar la línea que él mismo se había puesto, dentro de sí, muy en el fondo, tenía la esperanza de que ella en algún momento lo amara sin realmente él quererlo, suena trivial pero es cierto, consciente que de morirá pronto, romperle el corazón de ese modo no estaba en sus planes, aunque lo quería y más que quererlo, lo necesitaba, necesitaba saber lo que era realmente ser amado por una extraña, antes de irse.

🌹・𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢ó𝐧・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora