Desde que Erika metió la pata, las cosas se habían complicado demasiado incluso en casa, mi padre seguía molesto con ella por su error, no hablaban del tema frente a mí, no hablaban de muchas cosas frente a mí y por ello no tenía idea de qué tan culpables eran mis padres de la relación de Erika con Eduardo y en parte me alegra que no quieran hacerme partícipe de una conspiración contra un hombre que ha sido como mi hermano todos estos años.
—¿A dónde vas?
—A ver a Chema.
—Frida, dile que quiero hablar con él.
—Te voy a decir una cosa y espero que te quede bien clara, Erika, yo no voy a abogar por ti ni un poco, metiste la pata y ahora tendrás que vivir con las consecuencias como toda persona que se equivoca, no importa lo que hagas, Chema no te va a perdonar porque así es Chema y lo conoces, oh, mentira, no lo conoces, deja de fingir que estás arrepentida y disfruta lo que sea que Eduardo te ofrece, al final, es lo que andabas buscando.
—¿Tú qué vas a saber?
—Tal vez no sea tan experta como tú, pero solo alguien con el cerebro al revés cambiaría a José Manuel por un Puerto, mejor acepta que estás enamorada de Eduardo y deja en paz a Chema.
—Parece que él es tu hermano y no yo.
—Ya quisiera, parece que no tengo tanta suerte —salí de la casa y conduje hasta la hacienda de los Aragón, bajé de mi coche, estaba por entrar a la hacienda cuando choqué con el fuerte pecho de Xavier.
—Perdón, perdón, Frida ¿Que hice daño?
—Estoy bien —me dolía la nariz, me ardía, los ojos me lloraron en cuestión de segundos.
—Lo siento, déjame verte —desde que tengo uso de razón en cuestión de atracción sexual, Xavier es el único hombre que había sido capaz de llegar hasta mi corazón y quedarse ahí desde entonces. Sus manos tocaron mi rostro suavemente, no podía siquiera mirarlo, el lagrimeo y la luz me jugaban en contra.
—Estoy bien.
—No lo creo, ven —me llevó dentro de la hacienda, me guió hasta el asiento—, no te muevas —no podía abrir los ojos sin que sintiera molestia por el lagrimeo, sentía un poco inflamada la nariz pero supongo que en cuanto baje la hinchazón estaré bien, escuché sus pasos—, disculpa Frida.
—Creo que ibas tarde a algún lugar.
—No, ya no importa, no te muevas —puso algo realmente frío sobre mi nariz, respingué de inmediato—, lo siento, recuéstate en el sofá —no hay nada más placentero que recibir atenciones de primera por parte del hombre que tanto te gusta. Dejé que me apoyara a recostarme y estuve ahí unos minutos, poco a poco pude volver a abrir los ojos solo para toparme a un muy avergonzado Xavier.
ESTÁS LEYENDO
🌹・𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢ó𝐧・🌹
Genç KurguUn mafioso caprichoso. Un futuro agente de la DEA. Ella novia de los dos. ¿Qué podría salir mal? Consciente de que el padecimiento que sufre podría quitarle la vida en menos de un año, el hijo menor de una poderosa familia de mafiosos, hará lo posi...