Un mafioso caprichoso.
Un futuro agente de la DEA.
Ella novia de los dos.
¿Qué podría salir mal?
Consciente de que el padecimiento que sufre podría quitarle la vida en menos de un año, el hijo menor de una poderosa familia de mafiosos, hará lo posi...
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Había sido una cena muy placentera, Xavi era un hombre muy serio y calculador, prudente, pero muy divertido, platicamos de algunas cosas de la escuela, me preguntó si me gustaría estudiar en Culiacán, obvio que sí.
— ¿Te gustó la cena?
— Ya sabes que los lugares lujosos no son lo mío.
— Lo sé, yo también prefiero comer rico que comer caro.
— Estoy contigo.
— Frida, he estado pensando en lo que siento y en lo que sientes, sinceramente, iba a esperar a que cumplieras tus dieciocho años, pero para entonces seré un viejo — reímos —, pero, realmente quiero estar contigo, has demostrado ser una mujer capaz de tomar decisiones prudentes, creo que tienes la madurez de alguien más grande y eso me fascina, no eres una chica dramática ni nada de eso, eso a mí me gusta mucho de ti y por ello quisiera — sacó una cajita de terciopelo de su gabardina —, hemos sido como niños, ambos, porque ya nos hemos besado y hemos hecho cosas de novios durante dos años, creo que no es necesario esperar nada porque desde hace dos años supe que eras tú, aunque cuando tú naciste yo ya iba en quinto año de primaria, quiero, quiero y tengo la necesidad de pedirte que seas mi novia, porque lo merecemos los dos.
— Xavi.
— ¿Quieres?
— No he querido otra cosa en mi vida que a un hombre como tú — me puso el anillo y fui la mujer más feliz del mundo en ese momento, nos levantamos y nos dimos un abrazo, los presentes nos aplaudieron, estaba a punto de llorar, por fin, por fin había logrado lo que quería. Y para concluir, nos dimos un apasionado beso.
— Preciosa — terminamos la cena y estaba tan tan feliz, salimos del lugar tomados de la mano, solo me faltaba saltar como niña chiquita —, Chapis, tenemos que ir a ver a José Manuel.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Le pasó algo? — me preocupé, creo que siempre si Manuel y yo seremos hermanitos.
— Quiere hablar contigo — no me preocupó, José Manuel puede tener miles de cosas en la cabeza. Arribamos al hospital y entramos, en su habitación estaba Yordan.
— Chemi.
— Flaca ¿Ya vienes bien cenada?
— Sí y bien contenta — le enseñé mi anillo.
— Vaya, pensé que ya no te gustaban las mujeres, Xavi.
— Oye.
— ¿Qué dices Frida? Tú solo me tienes que defender a mí mija, solo a mí, aunque él sea tu novio.
— Voy por un café — Yordan salió de la habitación.
