CAPÍTULO LXXIV "ARREGLAR O SOLTAR"

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6 DE ABRIL

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6 DE ABRIL

Llegué temprano a trabajar al rancho, miré a todos lados y parecía no haber señal del dragón que aún tengo como marido, como ahora yo puedo firmar los cheques, no lo necesito para nada.

— Hola María.

— Hola Gio ¿Cómo estás?

— Bien, bien ¿Vos?

— Bien, éste bebé ya tiene hambre, se parece a su papá, igual de dramático. — seguí trabajando con ayuda de Gio que era demasiado bueno con la tecnología, teníamos todo en regla y cuando creíamos que hacíamos terminado, siempre había más. Toda la mañana estuve poniendo las facturas en orden, pero, como ya comenzaba a ser costumbre, me dio hambre relativamente temprano. — Gio, voy por algo de comer, tengo mucha hambre.

— Está bien, seguiré con esto, cuidado. — salí de la oficina para ir a mi auto y conseguir mi comida, estaba llegando al acceso del rancho cuando vi la camioneta de José Manuel detenerse a un costado de mi auto, rodé los ojos y seguí caminando, en cuanto bajó, pude ver en las desfavorables condiciones en las que venía.

— ¿Me extrañaste?

— ¿Quién crees que eres como para que yo te extrañe? Ya nada me extraña de ti ¿Ahora participas en peleas clandestinas?

— ¿Estás preocupada?

— En este momento si, no sé qué voy a comer y eso me tiene al borde de la depresión. — de manera instintiva, retiró su mirada de mi rostro para mirar mi vientre, su mirada se tornó diferente, como si peleara consigo mismo, como si quisiera sentir odio sin poder lograrlo. — Adiós. — me sujetó de la mano.

— ¿No me vas a preguntar cómo estoy?

— ¿Quieres que te pregunté cómo estás? De qué me sirve José Manuel, no me crees.

— ¿Por qué habría de creerte?

— Porque nunca te he mentido, no tengo necesidad de mentirte, tú adoras las cosas difíciles, entre más difícil, más excitante para ti ¿No? Lo fue cuando te dije que no, todas las veces que te dije que no, fue excitante porque era complicado, ahora como ya no lo es, ya no te sirvo ¿Verdad?

— No es cierto.

— Y aún así no me crees, no crees lo que te digo, no confías en mí.

— ¿Cómo voy a confiar en ti después de lo que hiciste?

— Sé lo que parece, pero no es así, solo tienes que confiar en mí.

— No puedo, no es así como funciona para mí.

— ¿Me puedes decir cuál es tu lógica? ¿De qué me sirve mentirte en cuanto a mi bebé? ¿Por qué te diría que es tuyo cuando no lo es?

— He llegado a pensar que eres mucho más perversa que yo, así que desconozco la respuesta, pero mintiéndome en mi cara consigues algo.

🌹・𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐲 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢ó𝐧・🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora