Un mafioso caprichoso.
Un futuro agente de la DEA.
Ella novia de los dos.
¿Qué podría salir mal?
Consciente de que el padecimiento que sufre podría quitarle la vida en menos de un año, el hijo menor de una poderosa familia de mafiosos, hará lo posi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
18 DE JUNIO
LAREDO — TEXAS.
Estaba de la chingada el asunto, hoy teníamos que viajar a Culiacán para el cumpleaños de mi papá, mi tiempo de huida se había terminado. Después de mi crisis furiosa Laura decidió que me quedaría ahí con ella, hace mucho tiempo no había vivido con mi hermana, había olvidado lo que es que te traten como un verdadero rey. El menú lo elegía yo. Salíamos a dónde quería yo. Veíamos lo que quería yo. En términos simples, a mi hermana le gustaba tenerme contento. Laura era de las pocas personas que se negaban a aceptar de forma natural que había crecido, me compraba exactamente las mismas cosas que me compraba cuando tenía ocho y como no, si me siguen gustando.
Estábamos viendo una película, sinceramente, no quería viajar, ya estaba viajando pero no quería, la película duraría exactamente el tiempo de vuelo, mientras yo, estaba pensando en cómo iba a reaccionar ante tanta mierda una vez ahí.
— Pepi, What happens?
— Nada, no lo sé.
— No quieres verla.
— No, no quiero.
— El amor nunca ha sido fácil, cometiste un error y está siendo audaz para hacerte pagar.
— ¿Con Marco Villarreal? Tendría más celos del puto policía. — en estos días había descubierto que Marco es muy amigo de Julián y que ha pretendido a María José desde la existencia de los putos dinosaurios. Le di a mi esposa en charola de plata. Qué pendejo soy.
— Los celos son difíciles de controlar, pero aprenderás muchas cosas que no puedo decirte, si te las digo, las sabrás pero nunca vas a entenderlas.
— Ta' bien. — le sacaba casi el pelo de una regla a mi hermana, pero aún así, disfrutaba de casi tenerme encima de ella y yo, parecía que volvía a tener seis años, me acomodaba, ponía mi cabeza sobre sus piernas y ella acariciaba mi cabello hasta que, antes de terminar la película, me quedaba profundamente dormido.
— ¿Cuántas veces has visto esta peli?
— Como cien veces, es mi saga favorita.
— Con que Jason Bourne.
— Mjm.
— Antes te gustaban los caballeros del zodiaco y esas caricaturas de mocosos.
— Me siguen gustando, pero tengo que crecer.
— Conmigo eso no es necesario cuando te lo mereces, siempre serás mi hermanito.
— Sigue diciendo eso y cuando hagamos tratos tendrán juguetes para bebé listos y no portafolios llenos de dinero.
