La sangre del faraón

Capítulo 1

Capítulo 1

Londres, 30 de noviembre 2015

Asia Amble, bebía café de su termo de acero inoxidable sentada en un banco resguardada del intenso calor de una mañana de domingo bajo un árbol de Hyde Park. En el regazo de su falda negra de punto, descansaba un ejemplar del Daily Mirror.

No muy lejos de su posición, un padre jugaba corriendo tras su hijo. Amble no tardó en darse cuenta de esta escena y sonrió divertida. Esa tierna estampa, hizo que recordará cuando su padre solía llevarla para que diera de comer a los patos.

Una suave brisa agitó el cuello de su camisa de color rojo.

Con su mano libre, asió el ejemplar y con una fuerte sacudida, desdobló el periódico. En el instante que su mano derecha se dirigía a su boca, se derramó café en su prenda tras leer el titular que ese día era portada del diario londinense.

La mujer sacó de su bolso una pequeña toallita y la restregó de forma enérgica sobre la tela para evitar que la mancha se secara rápidamente.

Acto seguido, volvió a saber más detalles de la noticia:

"MARK LACHNER, ARQUEÓLOGO JEFE DEL MUSEO BRITÁNICO, HA SIDO SECUESTRADO TRAS EL ASESINATO DE TODA LA EXPEDICIÓN QUE TRABAJABA EN LA PIRÁMIDE DE CHICHÉN ITZÁ. SEGÚN VARIAS FUENTES, HAN COMUNICADO A ESTE PERIÓDICO QUE PODRIA ESTAR RELACIONADO CON UNA BANDA DE TRAFICANTES DE ARTE, QUE CAMPAN A SUS ANCHAS POR LA ZONA. —leyó en voz alta.

"¡Vaya manera de estrenarme en el cargo!"—espetó de forma deliberada.

Por unos instantes, Amble miró al horizonte para buscar una posible solución a la crisis que se le venía encima. Enfurecida ante la situación a la que tenía que hacer frente, se levantó de forma tan brusca, que hizo que sus largas piernas se tambalearán sobre sus zapatos de tacón de doce centímetros.

Una vez repuesta del susto, caminó con la esperanza de que el aire puro le sirviera de inspiración. Durante varios metros, la voz de su padre retumbaba en su mente al igual que una losa pesada, provocándole un dolor intenso:

"Asia, piénsatelo bien, sé que te atrae este mundo, mas es muy goloso por los altos sueldos que se manejan, no quiero aguarte tus sueños, pero una vez que asciendas vivirás esclavizada a tu trabajo. Las horas de sueño se volverán ínfimas, primero dormirás ocho, más tarde no llegarán a cuatro. Y olvídate de formar una familia, los viajes serán continuos, empezaran las discusiones con tu esposo, e incluso, tendrás que elegir, entre tu familia o tu trabajo. Yo elegí y ya sabes el resultado...Tú madre me abandonó. No tomes ninguna decisión en caliente, madúrala en tu cabeza."

En el Speakers' Corner, un joven erudito que mostraba su discurso a un grupo de gente, sacó a la joven de sus pensamientos qué un poco aturdida tardó en ubicarse en aquel momento.

A pocos meses de la exposición, Amble recorrió las galerías débilmente iluminadas de los extensos depósitos del museo, para inventariar todas las piezas que debía exponer. Cuando por fin sus ojos se acostumbraron a la penumbra, delante de ella se materializó un sarcófago en el que unas palabras llamaron su atención:

Osiris te llamo

Dios de la muerte

Amo de las desgracias

Te invoco

Escuchad mi llamada, sentid mi ira

Verted sobre Narfuted

Mi voluntad

Haz de su vida miseria

Haz de sus sueños polvo