Capítulo 37

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Lo que más llamó la atención de Rashida fue el descubrimiento de nada más y nada menos que una serie de sarcófagos antropomorfos decorados con escenas de vivos colores que representan ofrendas, textos hieráticos y divinidades. Estos sarcófagos, supuestamente pertenecientes a sumos sacerdotes de Thot, estaban en un magnífico estado de conservación, estaban dispuestos en dos niveles, unos encima de otros. Esto presenta algunos interrogantes para Larek: entre ellos el saber si fueron enterramientos característicos en origen o si se colocaron de esta manera a consecuencia de un robo o si fue un traslado posterior. En los costados aparecen escenas de ofrendas a distintas divinidades y un pasaje de la fórmula 179 del libro de los muertos:

"Que seas sumergido en el lago del Nun, en el lugar establecido por tu padre para tu destrucción. [...] ¡Retrocede! ¡Se destroza tu veneno!". El fallecido podía adquirir las propiedades de varias divinidades y luchar contra los enemigos, como muestra un pasaje de la fórmula 179: "Me ha sido concedida la gran Corona Roja y salgo al día contra mi enemigo, para capturarlo, porque tengo poder sobre él. [...] Me lo comeré en el Gran Campo, sobre el altar de Wadjet, porque tengo poder sobre él, como Sekhmet, la grande".

Adquirían como objetivo facilitar al alma del difunto su viaje al más allá. En el interior de los ataúdes, fue algunos ejemplares conservados en rollos de papiro que alcanzan veinte metros. El valor de este texto era incalculable.


La sangre del faraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora