Capítulo 21

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Acurrucada en un rincón del sofá, Tara bebía té en su taza favorita.

Para tratar de abstraerse de lo ocurrido, cerró sus ojos. No obstante, su cabeza entraba en un constante laberinto de conjeturas que difícilmente hasta el momento, no eran solventadas satisfactoriamente.

Respiró hondo con el único fin de que un soplo de aire fresco, tratara de refrescar su obtusa mente.

"¿Qué tenía que darle ese hombre a ella? ¿A qué tipo de información se refería? ¿Acaso era algún experto en alguna materia al cual debería de haber consultado antes para elaborar su libro? O ¿simplemente era un crítico de alguna editorial rival que quería acabar con su carrera?"

Todo eran preguntas tiradas al aire, por si en algunas de ellas sonara la flauta.

Lo único que sacó en claro, taxativamente, fue que, ese extraño no se andaba por las ramas. Y si quería conservar mucho tiempo su vida, debía de seguir al pie de la letra todas sus instrucciones.

Ahora ella se había convertido en un enlace involuntario. Una pieza fundamental para que aquel individuo pudiera dar caza a Garish Bowman. Estaba en medio de la pomada, sin poder hacer nada para evitarlo. Primero era salvarse ella, y luego ya vendría lo demás.

La sangre del faraónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora