El cadáver de Foster quedo tendido bajo un gran charco de sangre, en el suelo del despacho de Markus Shender. Con la pistola en la mano, Markus maldecía al anciano por haberse metido donde no le importaba.
—Maldito seas, si no te hubieras inmiscuido en mis asuntos, ahora estarías vivo. Pero claro, tenías que haber venido y poner en entredicho mi gestión. A ver si te enteras, de una vez, yo no pedí esto. Me vino caído del cielo. Te enteras, imbécil.
Shender tuvo que pensar rápido para poder esconder el cuerpo sin vida de Bicorp. Pronto los demás hombres lo echarían en falta. Miró en derredor por la habitación para encontrar un posible escondite.
Dio vueltas a su cabeza, instantáneamente, encontró una posibilidad para sepultar el fiambre del Gran Maestre.
—Como no se me había ocurrido antes. Allí nadie bajaría por un largo tiempo. Así no molestaras más, vieja carroña.
Agarró al muerto y lo cargó en sus hombros. Con una mano aferró el pomo de la puerta. Echó un vistazo por si alguien paseaba en esos momentos por ahí, y salió igual que un rayo. Bajó al sótano donde había secuestrado a Lachner y soltó al viejo.
—Ojalá te pudras en el infierno—exclamó con furia Shender.
Minutos antes, Tullen había informado que lo tenía todo bajo control y que antes de lo previsto todo estaría resuelto.
Azlor empezaría la fase más tediosa, la planificación de su novela. Ella se autodefinía como una escritora mapa. Todo debía de estar planificado desde un primer momento. Así cuando empezara a escribir las ideas fluirían masivamente.
Anteriormente, había cogido el hábito de ir improvisando sobre la marcha. Con el peligroso bloqueo de escritor. Sin embargo, Tara asumió la necesidad de cambiar de estrategia. A partir de ese momento, su carrera empezó a dar un giro de ciento ochenta grados.
Clasificó los documentos en categorías. De esta forma, le haría más fácil la tarea de organización de los diferentes capítulos. Por delante, habría mucho trabajo hasta conseguir terminar su libro.
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La sangre del faraón
AdventureMark Lachner es secuestrado por una antigua sociedad secreta. A pocos días de una exposición, Asia Amble, Conservadora del Departamento de Egiptología del Museo Británico, encuentra por casualidad un diario donde se detalla el hallazgo de una ciudad...