Mío o de nadie

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Emma

Histerica, con ganas de matar, estoy hecha un tornado de emociones negativas, estoy nerviosa, intranquila, insegura, enojada, triste, con ganas de llorar, todo un cóctel de mierda a la vez. Desde que desperté esta mañana que los demonios de novia tóxica y celosa me atormentan. 

Dominik y yo nos duchamos juntos pero quería pedirle que vaya a encontrarse con ella sin bañarse para que esa perra sienta mi perfume pero ya me estaba pasando de Chernóbil, pero por lo menos estoy conforme con las hermosas marcas que lo adornan, parece que tuviera el cuello a lunares, pobre bebé pero necesitaba hacerlo para que le quede en claro a esa. Odio sentirme así, incluso he estado pensando en interrumpir esa maldita reunión para decirle unas cuantas cositas a esa zorra pero luego recuerdo que él va a pedirle el divorcio y se me pasa.

Estoy inquieta, ya no sé qué hacer, ni siquiera puedo llamarlo, miro el reloj y ya han pasado varios minutos de las diez, ya deben estar juntos, ¡joder qué difícil es gestionar todos estos sentimientos! Para colmo no tengo con quien hablarlo ya que todos tenían algo que hacer esta mañana.

No dejo de dar vueltas de aquí para allá por toda mi casa, parezco una pantera enjaulada. Me enferma esta situación, ahora lo entiendo completamente a Dominik cuando ve a Adam y quiere matarlo, yo estoy igual con instintos asesinos.

Recuerdo la vez que ellos se enfrentaron por mi, recuerdo cómo a Dominik se le rompió el corazón por el beso que nos dimos Adam y yo, con sólo pensar que entre ellos podría pasar eso no sé si podré soportarlo, tengo miedo de que Dom caiga en la tentación, no soy idiota Irene es hermosa y entre ellos hay demasiada historia y estoy aterrada porque como dice el dicho... "donde hubo fuego cenizas quedan".

Luego de torturarme mentalmente decido abstraerme de la realidad retomando eso que hice hace un tiempo, continuaré escribiendo mi historia, necesito dejar de pensar y sé que esto me ayudará a escapar de la dura realidad.



Irene

Marcus y Erik me ayudaron a ingresar en Infierno, necesitaba verlo, hablar con él, sentirlo cerca. Desde que lo vi en esa heladería no puedo dejar de pensar en él. Ese día mi corazón se rompió al verlo con otra, estaba tan feliz, enamorado y apasionado como nunca antes lo vi. Desde ese día todos los recuerdos de nuestra vida juntos me atormentan todo el tiempo.

Necesité sentir su perfume, su calor, que me vuelva a estrechar entre sus brazos y que me dijera que todo estaría bien, que me perdona, que volveríamos a empezar de nuevo, pensé que al verme él recordaría todo ese amor tan grande que había en su corazón para mí pero al ver su mirada cargada de dolor y enojo comprendí que todo se iría a la mierda y tuve miedo y huí como lo que soy... una cobarde y una rata traicionera, así es como me siento.

Desde esa noche lo único que hago es emborracharme y follar, quiero olvidar, necesito sacarlo de mi cabeza, siento que me volveré loca, afortunadamente Erik me entiende a la perfección y me complace en todo sin preguntar ni meterse en mi vida.

Me despierto sobresaltada por el sonido del celular, he dormido muy poco y se me parte la cabeza, ¡maldita resaca! Voy en búsqueda del maldito aparato que no deja de sonar para apagarlo, no quiero despertar a Erik y tener que lidiar con su mal humor matutino. Cuando tomo el móvil  me congelo en mi sitio, mi corazón se acelera y me falta el oxígeno, todo un cúmulo de sensaciones que transitan por mi interior y son producidas al ver el nombre que se encuentra en la pantalla de mi celular "Dominik".

Dudo en contestar porque simplemente no puedo creerlo, después de intentar durante un año hablar con él y que me escuche, después de un año de llamarlo todos los días para intentar pedirle perdón al fin podré escuchar su voz porque está vez es él el que quiere hablar conmigo.

Otra oportunidad (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora