Señora Lewis II

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Emma

Al fin estamos frente a frente, tengo tantas cosas atoradas para gritarle en la cara, nunca imaginé que pudiera llegar a odiar a alguien, pero solo con ver su cara de perra lo confirmo, la odio desde lo más profundo de mis entrañas.

La observo de pies a cabeza con desprecio y con una sonrisa cargada de burla, esta perra no sabe lo que le espera.

—Dominik, ¿qué significa esto? ¿Qué hace esta mujer en mi casa?

—Corrección "nuestra casa" y como es nuestra  yo la invité.

—¿Cómo te atreves a traer a tu amante a nuestra casa? — Ambos Dominik y yo nos reímos a carcajadas por su cinismo, no tiene cara.

—¿Disculpa? Parece que has perdido la memoria, además ella no es mi amante es "mi mujer".—Esoooo, en tu cara estúpida.—Además recuerdo perfectamente que tú invitaste a tu amante a nuestra habitación, así que yo invité a mi mujer.

—Amor no te olvides de entregarle sus pertenencias a la señora.

—Por favor Emma has los honores.—Le sonrío con malicia, abro la bolsa, tomo sus asquerosas bragas y el condón usado y aunque me dé asco tocar todo esto igual lo hago y se lo arrojo en la cara.

Su cara es de horror primero y luego de ira, el preservativo se le quedó enganchado en el cabello, y me mira como si planeara mi asesinato inminente.

—¡Estúpida! ¿Qué mierda haces?— Me grita y trata de acercarse para agredirme pero Dominik es mucho más rápido e interrumpe sus intenciones.

—Ten mucho cuidado con lo que dices y con lo que haces, ella es mi mujer así que respétala.—Wow todo esto es demasiado fuerte, nunca había visto a Dominik así a pesar de que lo he visto cabreado muchas veces , una sensación muy fuerte se remueve en mi interior al ver cómo me defiende y yo me enamoro más.

—¡Ella no es tu mujer! Yo continúo siéndolo.— Yo me río fuerte.

—Dejaste de serlo cuando le abriste las piernas a medio pueblo guapa.

—¡Tú cállate, no te metas!

—¡No me pienso callar nada, tú no me vas a decir lo que tengo que hacer!

—¡Ya basta! ¿Qué quieren, qué hacen aquí?

—¡Venimos a traerte las porquerías que dejaste en su casa maldita arpía! ¿Qué te pensabas que yo iba a creer que Dominik me había engañado y se había acostado contigo? ¡Estás muy equivocada! Yo confío ciegamente en él. —Dom me mira de reojo como diciéndome "mentirosa" , sé que pagaré caro mi desconfianza pero me vale, él es igual.

—Ay Irene , has caído tan bajo, por suerte mi chica me ama tanto que ¡jamás creería que yo pudiese engañarla! ¿No es así mi amor? — Notese el sarcasmo, me sonríe perversamente y sé que esta se la va a cobrar.— También he venido personalmente a darte una respuesta a tu propuesta indecente.— Ella lo mira expectante, está demente si piensa que él se la va a follar.

—¿Y bien, qué decidiste?

—Decidí que me encantaría...—Lo miro totalmente desconcertada, ella luce una arrogante sonrisa triunfal y me la refriega en la cara.

—Genial, ¿lo hacemos frente a tu zorra, digo novia?

—No me dejaste terminar la frase... dije que me encantaría verte en tribunales, ¿qué creías, que te iba a decir que sí?— Dominik se ríe en su cara y yo lo disfruto.— Jamás volvería a tocarte, me gusta la exclusividad y a ti te gusta saltar de cama en cama, además mírate— Dom le habla tan fríamente que hasta a mi me duele— no le llegas ni a los talones a mi novia, solo ella me la pone dura.— Omaigot, ya me dio calor.

Otra oportunidad (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora