Cara a cara

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Dominik

Abro la puerta y su visión me impacta, es un momento muy fuerte, muchas cosas se remueven en mi interior, miles de recuerdos, recuerdos que duelen, que lastiman, pero me prometí ser fuerte, no puedo dejar que ella continúe arruinando mi vida.

Durante largos segundos que parecen eternos nos miramos fijamente a los ojos, ella me mira con adoración, arrepentimiento y esperanza de solucionar sus errores, yo la observo con rencor, con angustia, con dolor. Hoy dejaré de ser un caballero, seré frío , seré la réplica de ella, no me dejaré embaucar por su belleza ni sus armas de seducción, no pienso demostrarle ningún sentimiento, ya no soy el antiguo Dominik, ya no soy su títere.

_ Hola _ su voz se oye tímida y algo temblorosa.

_ Hola _ la mía se escucha neutra, sin emociones.

Se ve jodidamente bien, sólo un ciego no lo notaría pero su belleza es vacía, sólo es exterior porque en su interior vive un corazón frío y egoísta, es solo un envase, hoy puedo notarlo claramente, el velo que me cegaba ha caído hace tiempo.

_ Pasa._ Ingresa a mi departamento y su perfume me golpea con más recuerdos e imágenes que me atormentan.

Ella mira todo a su alrededor, en este sitio hay mucha historia. Cuando nos conocimos yo vivía solo aquí, luego convivimos juntos en este mismo lugar cerca de un mes hasta que compré otro piso en el centro de la ciudad justo antes de casarnos, piso donde actualmente vive ella.

_ Este lugar ha cambiado mucho.

_ Sí todo en mi vida ha cambiado drásticamente durante el último año._ Ella baja la cabeza como si mi comentario le hubiera dolido, no fue mi intención sonar resentido pero no estoy mintiendo, mi vida dio un giro de ciento ochenta grados._ Siéntate.

  Se sienta en el sillón más grande como si esperara que me siente a su lado, pero no, yo me siento en uno individual bien alejado de ella. El silencio vuelve a reinar pero es ella quien lo rompe.

_ Te ves bien.

_ Gracias._ Otra vez silencio, no devolveré cumplidos, no me nace hacerlo.

_ ¿Cómo estás?

_ Bien, excelentemente bien.

_Me alegro. _ Yo sólo asiento con la cabeza. Es increíble cómo cambian las cosas, hace un año atrás ella era mi mundo entero, hoy la tengo frente a mi y no siento nada, ya no está esa fascinación, ese amor desenfrenado y ciego, ya no queda nada.

Permanecemos segundos eternos sin decir nada, yo tengo tanto para decir pero no sé por dónde empezar pero llegó la hora de poner las cartas sobre la mesa.

_ Te cité aquí por una razón muy importante, pero creo que antes es necesario que aclaremos varias cosas, creo que merezco explicaciones sobre todo lo que pasó aunque al mismo tiempo siento que ya no importan o no tienen sentido a esta altura, sin embargo te escucharé, me has llamado durante todo un año todos los días, es curioso que sabiendo dónde vivía no hayas dado la cara, luego te presentaste en Infierno, no sé cómo hiciste para entrar ni para qué fuiste. Le busqué y busco explicaciones o motivos que te llevan a actuar como lo haces y no encuentro respuestas, así que hoy tienes la oportunidad de decir todo lo que quieras decir, te escucho. 

 Termino con mi monólogo, ella está nerviosa y traga saliva.

_ Yo... lo siento.

_ ¿Disculpa? No te oí bien.

_ Lo siento mucho.

_ ¿Por qué lo sientes?

_ Por todo.

Otra oportunidad (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora