«Tu eres sol, y yo soy lluvia. Juntas creamos un hermoso arcoiris que puede tentar a nunca acabarse o a terminarse.»
"Donde Lisa es el sol de Jennie, y
Jennie, la lluvia de Lisa"
Portada elaborada por: @-Lo...
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No fui al día siguiente a hablar con Jisoo. No como le había prometido a Lisa noches anteriores. Y no lo hice, pero no porque no quisiera arreglar las cosas con ella.
Si no por miedo.
Tenía miedo de escuchar su explicación y que al final todo fuera en vano. Tenía miedo de decepcionarme y al final no decidir perdonarla por lo que pasó y que me confesara que lo supo todo el tiempo. Realmente mi confianza hacia ella estaba destruida, pero todavía debía escucharla.
Tenía tanto miedo de no poder verla a los ojos y sentir que todo lo que decía era sincero.
Pero debía enfrentar mis miedos, e ir con ella para que me explicara lo ocurrido.
Así que toqué el timbre de la casa de Jisoo. Presumía de un enorme portón, y una cámara de seguridad que daba en mi dirección.
No vi muchos guardias como la mayoría de veces. Entonces escuché que decían por el altavoz:
— ¿Viene a la fiesta? —escuché de, supuse, algun guardia.
¿Fiesta? Había una fiesta un miércoles por la tarde. Era extraño, sus padres nunca tenían fiestas entre semana, y nunca permitirían que Jisoo tuviera una en casa.
Entonces recordé.
Sus padres no estaban, Jisoo me había comentado anteriormente que esta semana irían de viaje. Lo más seguro es que al entrar me encontraría con Jimin y sus estúpidos amigos borrachos.
— ¿Se encuentra Jisoo? —cuestioné.
— ¿La señorita Kim? ¿Por qué y quien la busca?
— Jennie, dígale que Jennie la busca.
— Oh, Jennie, si ya se quien eres. Te permitiré ingresar, la señorita Kim se encuentra en su habitación.
La puerta se abrió, permitiéndome entrar a la gran casa. Inmediatamente caminé en dirección a la puerta y la abrí, no pensaba ni molestarme en tocar la puerta porque lo más seguro era que nadie abriría. Nada más ingresar, el olor a alcohol inundó mis fosas nasales. Las fiestas de Jimin siempre eran horribles y todo un caos, ni siquiera me sorprendió.
Lo más rápido que pude fui a las escaleras, no quería encontrarme con Jimin, pero las cosas no siempre salen como uno las quiere.
— Pero mira nada más a quien tenemos aquí —ni siquiera giré para verlo—. La invitada de honor.
— No estoy de humor, Jimin
— Me sorprende verte aqui en mi fiesta —apreté los labios— Olvidé invitarte, pero mira, no hizo falta.
— No estoy aquí por ti —respondí —. Si no por ella.
El dijo algo más pero no le di importancia, no quería saber nada que tuviera que ver con el, así que subí las escaleras rápido, todavía nerviosa.