ᴅᴇꜱᴄᴜʙʀɪᴇɴᴅᴏɴᴏꜱ | ᴊᴇɴʟɪꜱᴀ [1]

C U A R E N T A Y S I E T E

¿Yo era el sueño de alguien?

Me hacía sentir muy especial que me dijera eso. Mi corazón se sentía cálido. Solo anhelaba quedarme ahí a su lado, y dormir juntas, bajo el consuelo de sus brazos. Sin embargo, sabía que no sería posible con mi madre así de alterada. 

Me fui de ahí de los más pronto posible, aunque no me apresuré demasiado en llegar a casa, pues era el último lugar donde deseaba estar. Yo quería quedarme con Lisa, sin embargo, para nuestro bien debía estar en casa, donde mi madre me esperaba para juzgarme cada que tuviera oportunidad.

Lisa me hizo saber que no le molestaría que la echarán de la academia, que no le importa si podía estar conmigo. Pero yo no podía permitir eso, haría hasta lo imposible por evitar que eso ocurriera.

Cuando llegué a casa mi madre no estaba, así que decidí irme directamente a mi habitación y tirarme sobre la cama. Estaba cansada, pero dormir seria casi imposible con tantos pensamientos atormentando mi cabeza.  Solo podía pensar en todos los sentimientos que me habian atravesado aquel día; pasé de felicidad por pasar la tarde junto a Lisa a un miedo y frustración terrible después de que mi madre me mostrara la pantalla de su celular.

¿Quien había enviado la fotografía?

No estaba segura pero quizá mi madre lo sabía.

Di mil vueltas en la cama durante lo que fueron alrededor de dos horas, hasta que logré dormir.

[• • •]

No dormí lo suficiente. Me desperté muchas veces durante la noche, así que fue un sueño insuficiente y que me tenia agotada.

Intenté ocultar las ojeras que se asomaban en mi rostro con maquillaje. La verdad es que era raro que tuviera ojeras, pero hoy fue el caso y solo demostraba lo exhausto que el día de ayer había sido para mi. A través del espejo de mi tocador pude ver a mi madre ingresar a mi habitación, sin siquiera molestarse en tocar. Ella nunca hacia eso, al menos respetaba mi privacidad, pero tal parecía que después de lo de ayer todo seria diferente.

— No irás a la academia hoy, Jennie, ni te molestes en arreglarte —molesta, dejé bruscamente el cepillo sobre el tocador. Mi madre se sobresaltó — ¿Qué te pasa?

— ¿Que qué me pasa, madre? ¿Todavía lo preguntas? ¿En serio?  —me levanté de mi asiento, y la encaré— ¿Por qué me está prohibiendo esto?

Era consciente de la razón, pero aun así, quería escuchar la excusa absurda salir se mi madre.

— No quiero verte cerca de Lisa, y sé que hoy tienen una clase juntas —lo sabía. Hasta la molestia de ver mi horario se había tomado—. Hasta que no esté segura completamente de que no te vas a acercar a ella, las quiero separadas. Ni siquiera quiero que estén en una misma habitación.