Por siempre mía 2

20.Pesadilla.

Me levante de la mesa, y subi a mi habitación nadie me siguió todos entendían la situación. Así que sólo me di una ducha, me puse ropa cómoda cómo pijama. Y apague el teléfono.

Al despertarme por unos llantos salí corriendo. Descalza y todo pero lo hice. Baje y se trataba de Alicia había mucha sangre por todos lados, tenia un cuchillo en sus manos tenia la mirada ida, pero estaba un poco mas grande. Atrás de ella había una persona quien la tomo por los hombros y levantó su cara mostrándome su sonrisa. Intente dar un paso hacia atrás, pero solo me caí encima de algo, más bien de un cuerpo. El de Maite, mire a mis costados estaban todos muertos de diferentes maneras, comenze a llorar.

—Mirame erica, no estas orgullosa como yo, de que mi hija sea idéntica al padre.—Dijo Victor ¡Si Victor!

—Tu.. tu estas muerto.—Dije.

—Papi, puedo matarla igual que hice con mami y los demás.—Dijo Alis levantando su carita y conectar sus ojos con los de su padre.

—¡No! Alis tu no eres así.—Dije. Ella me miro, y sonrió.

—Aun no pequeña, ella es el postre final, debes saborear a la víctima aun.—Dijo mordiendo su labio inferior. Alicia se acercó a mi mas bien, tocó mi vientre.

—Papi, llega un engendró.—Dijo con asco. Victor me miro con seriedad. Y luego se acercó lentamente a mi.

—¿Un hijo?—Dije.

—Una niña mejor dicho, tendremos una niña.—Dijo mientras su sonrisa se hacia mas grande. Negué.

—No.. estoy embarazada.. si lo estuviera seria de...—

—Nuestro.—Dijo sin mas.

—¡No..! sería de Jo...n.— Sentí un ardor en mi vientre, era una cortada. La musculosa blanca se teñía de un color carmesí, y me costaba respirar. Mis ojos se nublaban.

—Bien echó pequeña.—La felicitó, por haberme lastimado.

—No me gusta que me compares con el y lo sabes.—Dijo mientras se daba la vuelta, tenía un arma. Intente levantarme pero me sentía sin fuerzas.

—Esa niña no debe nacer.—Dijo Alicia clavando el cuchillo en mi vientre. Mire sus ojos, estaban oscuros y debía tener unos seis o siete años de edad en ese momento. Victor volvió a acercarse y la tomo de los hombros nuevamente.

—Bien echó cielo, ahora ella estará conmigo para siempre. —

—No...—Dije apenas y cerré mis ojos.

—¡No!— Grite. Mire a todos lados estaba en mi cuarto revise mi estómago, estaba sin ningún rasguño o puñalada. ¡Fue una pesadilla una jodida! Al tocarme con los dedos sentí dolor, era extraño.

Mire mi cama jon estaba dormido, mientras tenia apoyada su cabeza en la cama. Tome el teléfono y mire la hora, eran las 23:56 pm. ¿Tanto dormí? Me sentí mareada, y con ganas de vomitar. Me levante, de la cama y corrí al baño. Tome mi pelo castaño para no mancharlo. Y lanze todo lo que tenía en el estómago, el desayunó en la mañana que tuvimos en la pequeña casa. Cerré mis ojos, me levante y enjuague mi boca. Mire mi reflejo tenia lágrimas reales. Toque mi vientre y recordé las palabras qué dijo Alis »Esa niña no debe nacer«

Me puse de perfil y lo admire concentrada, anoche.. no nos cuidamos, estamos mal, yo no quiero retenerlo con un hijo, si quiere alejarse de mi prefiero no decirle nada.

»Pero que estas pensando mujer, el esta ahi afuera dormido en tu cama, y tu quieres ocultarle el embarazo«

—¿Lia..? Estas bien.—Dijo Jon del otro lado de la puerta.

Salí con rapidez. Y lo vi sentado en la cama.

—Si, solo estaba distraida.—

—Bien, entonces me iré así descansas, me habia llamado Alex comentandome que volvieron las pesadillas.—

—Oh, mmm si, pero estoy mejor solo soñé con mi padre nada mas.—Dije.

—Bien, entonces todo en orden.—

—Claro, gracias por preocuparte.—Dije. El rascó su nuca.

—Siempre lo haré cielo.—Dijo besando mi frente. Quise llorar pero lo aguanté debía darle su espacio.

—Te acompañó..—Dije cambiando de tema »Estupida«

—No te molestes, mejor descansa.—Asenti. Alex entró a la habitación.

—Ya has despertado, nos habías dado un susto.—

—Si pero estoy mejor.—Dije. El me abrazo. Jon se marcho.

—¿Porque no le dices que se quedé?—

—Quiere estar solo, debo darle su espacio.—

—Hermana se aman, y son la pareja mas tierna y admirable.—

—¿Tiraras todo estos años a la basura encerio?—

—No lose alex, debo seguir aquí, no quiero abandonar a mama.—

—Lo entiendo hermana, pero también tienes que ver por tu felicidad.—Lo abracé. Le sigo el pasó hasta que me lleva a la sala.

—Hice esta sopa solo para ti.—Dijo. La verdad que a Alex siempre se le dio de cocinar muy bien.

—¡Llegamos!—Dijo Maite con una sonrisa. Alis sonrió. Me escondi detrás de Alex.

—Hermana.. a mi también me da miedo esa niña pero deja de actuar raro.—

—¿Pasa algo?—Dijo Maite. Tome un plato limpio y espere a que Alex me sirviera.

—No, es que lia se levantó algo extraña.—Dijo Alex.

—Ya veo... miren me mudaré a la casa de Sofi, ella me contrato para cuidar a la pequeña Lía..— Me acerqué y la abracé.

—¡Muchas felicidades!—Dije. Ella sonrió.

—Todo debo agradecerte a ti, haz sido un ángel para mi.—Me abrazo con Demián en brazos, el cual estiró sus manitos para que lo alze.

—¿Ya han cenado?—Dijo Alex.

—Claro, voy a darme una ducha pueden controlar a Alis un momento.— Nos miro con suplica. Le sonrei.

—Si, yo me encargo, tu come hermana.—Dijo Alex tomando de la mano a Alis. La llevo al sillón, y la acomodo para que jugara.

—Quieres un poco de sopa..—Le dije con ternura a Demián. Quien balbuceaba y golpeaba la mesa.

Comí de mi sopa, y con una cuchara pequeña le di unas cuantas cucharadas. No tenia tanto apetito, así que Demián es un gran aliado.

—Deja de darle al bebe, tu también come.—Dijo serio Alex mientras me servía un vaso de agua. Le saque la lengua. Demián rio, sus gorditos cachetes estaban manchados de sopa. Reí por su carita.

Luego de terminar senté a Demián en el sillón a upa de Alex. Yo me encargue de lavar y limpiar el enchastre que hizo Demián con sus manitas. Maite bajo las escaleras. Me sonrió, realmente se la veía contenta con su desicion sólo esperó que todo marche bien.

Alex la ayudó a llevar a los niños.

*Te echó de menos* Quise contestarle, pero el timbre sonó.

—¡Yo abro!—Grite, a pesar de que todos se encuentran durmiendo.

—Amor...—Dijo Jon entre lágrimas. Tenía una botella de cerveza en sus manos. Me abrazo, mi corazón se oprimió.

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