My Utopia - Taekook/Vkook Omegaverse

❄ Capítulo 33 ❄

Jeon Jungkook

"En la siguiente esquina, gire a la derecha"

Okay, vamos a la derecha.

Según el mapa de google solo me faltan 4 cuadras para llegar a la comisaría donde Mark-hyung trabaja. Lo cual significa que ya estoy cerca.

Con el teléfono de Taehyung en mis manos señalándome el camino a través de los gigantescos edificios continúo caminando ansioso por llegar a mi destino.

Después de un mes de recuperación en el que cada día luchaba con la ansiedad provocada por la enorme cantidad de energía que no podía dejar salir, finalmente y gracias a Mark-hyung, el sufrimiento acabará. Es por eso que estoy tan feliz y agradecido de que él aceptara entrenarme hasta que mi cuerpo se recupere completamente.

Nunca había caminado por las calles de esta zona, pero tal como el Sr. Kim me contó son muy tranquilas y relajantes. Cada edificio tiene una arquitectura lujosa y extravagante digna de admirar, pero curiosamente no he visto mucha gente por las calles.

Tal vez a los ricos no les gusta salir a caminar...

"Gire a la izquierda"

Miro el teléfono en mis manos ampliando el camino marcado, ya solo faltan dos cuadr-

¿Eh?

Parpadeo mirando mis manos en donde hace solo un segundo yacía un celular ahora extrañamente no hay nada.

Confundido levanto la cabeza, en medio de las tranquilas calles un tipo con la cara cubierta va corriendo como alma que se lleva el diablo cargando el celular de Taehyung en una mano.

¿Me acaban de robar? ¿En serio me acaban de robar?

De por sí no tengo absolutamente nada ni donde caerme muerto pero aun así la vida se las ha ingeniado para seguir jodiéndome.

Ese celular ni siquiera era mío sino de Taehyung.

Taehyung...

Respiro profundamente, enfocando mi vista en el tipo que ya está a 4 cuadras lejos de mí. Con un fuerte impulso empiezo a correr rápidamente tras el ladrón sintiendo el aire fresco golpear mi rostro y la adrenalina subir por mis venas.

Poco a poco la distancia entre el malnacido y yo se va acortando, al acercarme más desafortunadamente el tipo se da cuenta y corre aún con más fuerza.

En eso un policía que salía de una tienda nos observa fijamente tratando de entender la situación, lo cual solo le tomó unos segundos ya que ni bien comprendió lo que estaba sucediendo se unió corriendo a la persecución.

Sin embargo, tanto el ladrón como yo somos más veloces que él y al no poder seguirnos el ritmo se quedó atrás perdiéndonos de vista.

El ladrón ahora está a solo unos metros, gruesas gotas de sudor resbalan por mi rostro y algunos dolores punzantes empiezan a despertar en ciertas partes de mi cuerpo...duele pero si continúo sé que lograré alcanzarlo.

Solo un poco más... solo un poco...

Cuando estoy a punto de agarrar su chaqueta, el maldito ladrón gira bruscamente por una calle que conecta con un inmenso parque lleno de árboles y colinas. Lastimosamente para él la brecha de distancia solo se acorta más y más. Tanto que al levantar mi brazo nuevamente solo unos pocos centímetros me separan de su chaqueta negra.

Tan pronto como el ladrón se dio cuenta que tenía el juego perdido no dudó en lanzar el celular hacia unos arbustos y huyó con todas las fuerzas que le quedaban perdiéndose entre los árboles.