My Utopia - Taekook/Vkook Omegaverse

❄ Capítulo 100 ❄

"Cierra la puerta ahora.

Cuando estoy contigo, estoy en utopía"

- Euphoria, JK.

Miedo.

El miedo es una sensación que no hace diferencia de estatus social, ecónomico, color de piel o nacionalidad.

Nadie está a salvo de sentirlo.

Es una reacción provocada ante el sentido de supervivencia, pero que también puede originarse a raíz de otras conjeturas y convertirse en grandes muros que nos impiden ver más allá de nuestras propias pesadillas.

Pesadillas como las que Kim Taehyung sostenía noche tras noche reviviendo los errores cometidos en su matrimonio como un castigo divino que aceptó soportar en silencio por años.

Tantos años como los que Kim Seokjin se resistió a los pensamientos negativos sobre su matrimonio y puso todo su esfuerzo para agradar a su esposo incluso cuando aquello significó dejar de ser quien era y esconder sus sueños bajo llave para no quebrarse viendo su miseria.

Y ya que hablamos de sueños, no hay forma de evitar mencionar a Jung Hoseok. El joven que a pesar de venir de una familia de recursos limitados, no dejó que el miedo de no alcanzar sus metas le impidiera soñar.

Podría decirse que fue eso específicamente lo que hizo que Min Yoongi se enamorara de él ese día de primavera en que lo encontró practicando sus tiros en un arco viejo y oxidado pegado a un muro de un callejón escondido. El brillo que Yoongi vio en los ojos de Hoseok al entrenar con tanta devoción fue motivo suficiente para apartar sus miedos a interactuar con un desconocido y acercarse deseando saber más de él.

Ojalá hubiera sido así de sencillo y mágico para Kim Namjoon, pero ya sabemos que el amor nunca estuvo tan presente en su adolescencia. Y aunque él mismo era consciente de su poco interés en tal tema, no pudo evitar sentirse dolido al ser rechazado por su propia alma gemela en el instante que le conoció.

Puede que no lo dijera en voz alta, no obstante, después de aquel incidente con Seokjin, Namjoon se sentó a reflexionar sobre sus verdaderos deseos y por primera vez sintió miedo de jamás experimentar lo que era amar a otra persona.

Y sin embargo, lo logró.

Aprendió a amar y conoció todas las cosas que el amor te hace sentir. Rió, jugó, corrió y saltó, se sonrojó, pensó cosas cursis hasta la madrugada sin poder dormir y... también lloró, se preocupó, sintió tristeza y desolación.

Namjoon se enamoró... y aunque el camino fue más complicado de lo que había esperado, estaba seguro de que volvería a caminarlo cuantas veces fuera necesario con tal de llegar al final sosteniendo la mano de Seokjin de nuevo.

Y Seokjin no podría estar más feliz a su lado, sintiendo la libertad plena y el apoyo completo que Namjoon le daba para ser él mismo en todo momento y hacer lo que quisiera.

Jamás volvió a sentir ataduras en sus alas, por el contrario, las sentía más grandes cada vez que miraba a los ojos de Namjoon y en ellos hallaba un amor incondicional y puro. Uno que realmente merecía.

Tal como la luna y el sol, Yoongi y Hoseok permanecieron brillantes a su manera, complementándose de la forma más asombrosa y admirable. Para ellos el amor llegó como llega la lluvia en primavera: fresca y suave.

No tuvieron miedo de enfrentar los obstáculos que se presentaron, juntos se animaban el uno al otro a seguir levantándose cada que caían y fue así que aprendieron a amarse devotamente.