"Te quiero"

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(Narra Sam)

Subí corriendo a la habitación, sabía que Ash vendría detrás de mí. Intenté buscar algo para defenderme de él. Sabía lo que iba a ocurrir esa noche en aquella habitación, pero quería hacerle sufrir un poco. Apareció por la puerta y se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cruzados mientras me levantaba una ceja.

¿Este es tu escondite?

No te acerques a mí, tengo un arma – le dije apuntándole con la baqueta que aún tenía en la cómoda.

Esa baqueta siempre está entre tú y yo, me está empezando a caer mal – empezó a andar hacia a mí mientras yo retrocedía.

Me cogió de la camiseta, que me estaba muy grande, y me atrajo hacia él. Cogió la baqueta de mi mano y la tiró al suelo. Yo miré hacia abajo no sé porque me estaba entrando vergüenza, tal vez porque sabia que iba a pasar. Él cogió y con su mano en mi barbilla levantó mi cabeza hasta que nuestros ojos podían verse. Él simplemente sonrió y yo le devolví la sonrisa. Me acerqué a él y le besé suavemente en los labios, él me devolvió el beso y poco a poco esos besos ya no eran tan suaves sino cada vez más intensos. Cogí y le empujé hacia mi cama y él antes de caer me tenía por la cintura por lo que caímos los dos encima de mi colcha.

¿Segura de esto? – me dijo

Claro – le contesté y empezó a besarme el cuello mientras yo jugaba con su pelo.

Nos dimos la vuelta y ahora era yo la que estaba debajo de él. Su mano seguía en mi cadera y empezó a deslizar mis pantalones hacia abajo, Yo levanté un poco el culo para que salieran con más facilidad. Cuando los tiró al suelo, sacó su cabeza de mi cuello y me dijo:

Así están mejor. Les he concedido la libertad – y me besó mientras sonreía.

Idiota.

Creo que me pone que me digas idiota.

Idiota x2.

Siguió su aventura, esta vez había decidido que su próxima víctima iba a ser mi camiseta, pero yo estaba dispuesta a que primero sería la suya. Puse mis manos en su espalda y tiré de arriba para que se la quitara. Él se apartó de mí y se la terminó de quitar. Yo intenté sentarme y él me ayudó a quitarme la mía también. Así que allí estábamos los dos, medio sentados en mi cama y en ropa interior.

Los chicos, ¿tardarán en venir?

Han dicho que no vendrán en toda la noche.

Genial, no soportaría otra interrupción más.

Ni yo.

Seguimos los dos semidesnudos en mi cama por un rato, mientras él no dejaba de besarme en todo el cuerpo, estaba poniéndose aquello muy interesante. Entonces una idea empezó a rondarme por la cabeza y si no se la decía no iba a poder disfrutar de aquello.

Ash – le susurré.

¿Qué?

Hablando de interrupciones, ¿has apagado el móvil?

¿Y esa pregunta? Pensaba que dirías que si tenía un condón, no que si había apagado mi móvil. ¿Quieres hacer un video porno?

Siempre tan bromista, hijo mío. No, lo decía porque no quería que tu madre nos cortara el rollo otra vez.

Let's be UnpredictableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora