El regalo

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(Narra Ashton).

No sabía por qué Calum y Luke tardaban tanto de venir del partido. Quería haber ido, pero no me sentía aún preparado para ver a Sam. Estaba confundido. Me había dicho que me odiaba y horas más tarde me decía que creía que estaba sintiendo algo por mí. ¿Qué debía hacer? Luke me había dicho que fuera a hablar con ella, pero me sentía mal por haberle mentido a la cara. Desde que habíamos vuelto de USA, había ido todas las noches a ver su musical. Siempre quería ir al backstage y hablar con ella pero no me salía el valor de hacerlo. Tal vez fuera porque no sabía cómo ella iba a reaccionar y tenía miedo o tal vez porque no quería que me dijera que ese mensaje no era verdad. No quería haber llamado a Calum mientras estaba con ella pero tenía la necesidad de saber si ella estaba bien. Calum me dijo que ella estaba como siempre y que hablaríamos en casa después.

Cuando llegaron a casa los estaba esperando en el sofá.

Mira que eres pesado Ashton Irwin. ¿Qué haces ahí parado esperándonos?

¿Yo? No que va, estaba leyendo una revista – cogí la revista que había tirada en el sofá y la leí sin ver de que era.

¿Estás leyendo el catálogo de supermercado? ¿Al revés? – dijo Luke mientras se sentaba a mi lado y ponía la mano en mi rodilla en plan consuelo.

Mierda. – fue lo único que pude decir.

¿Vas a empezar con el interrogatorio ya o nos dejas que nos hagamos unos bocatas para cenar? – Calum cogió mi pelo y empezó a despeinarme.

Iros a cenar, dejadme en paz.

Un rato más tarde Calum empezó a contarme cómo les había ido la tarde y lo bien que lo habían pasado. Tenía algo de envidia incluso quería haber sido yo el que apostara con ella. Nos quedamos un rato en silencio, parecía como si quisieran decirme algo pero no se atrevían, hasta que Luke habló:

Está enfadada contigo. No quiere oír tu nombre, le cambia la cara cuando lo oye. Le hemos dicho que te dé tiempo pero no sé cuánto te puede dar.

Yo tengo la solución para que te medio perdone – me confesó Calum.

Esperaba que la idea funcionara. Creo que había llegado el momento de hablar con ella.

(Narra Sam)

Saaaaaaaaaaaaaaaaaaaaam – gritaba Robert desde el piso de abajo

Baja por favor, así se callará y no gritará más – dijo Tom.

Bajé las escaleras y Tom estaba tumbado en el sofá, Paul preparando algo para merendar y Robert estaba cerrando la puerta de la calle.

¿Qué quieres? Le dije cruzándome de brazos.

Ha llegado un paquete para ti – y me entregó una caja enorme.

¿Para mí?  - cogí la caja, estaba sorprendida, nunca me llegaban paquetes a casa y menos así de grande.

Apoyé la caja en la mesa y vi como los tres vinieron a donde estaba yo para ver que había en la caja. La abrí con cuidado y vi algo azul que destacaba. Lo cogí con cuidado y entonces la vi. Me llevé la mano a la boca y abrí los ojos como platos. Era una camiseta del Chelsea, de la nueva temporada. Por detrás ponía mi nombre y el dorsal número 5.

¿quién de vosotros ha sido? – me di la vuelta para mirarlos.

Ninguno de nosotros, te lo juramos – dijo Tom.

Había una nota en la caja, decidí abrirla arriba, para que no pudieran leerla los chicos. Cogí la caja, cogí la camiseta y me fui corriendo arriba, dejándolos abajo preguntándome de quién era. Cerré la puerta y me senté en la cama para abrir el sobre:

“Espero que te haya gustado, no sabía cuál elegir de todas. Si con esto no me perdonas ya no sé qué más hacer. Espero que la lleves puesta en el próximo partido, cuando ganes la apuesta de Calum y así poder restregárselo.

Pd: no quemes la camiseta por dios, que sé que eres capaz. Aunque decidas no perdonarme, quedatela, te la mereces, me lo ha dicho tu póster de Ashton.

Pd 2: mira dentro del sobre.

Ash”

Dentro del sobre había una foto, era de los dos jugadores que más me gustaban del Chelsea y estaba dedicada la foto. Me habían dedicado la foto. Dios, estaba muriendo lentamente. Calum se lo había dicho a Ashton y éste me había regalado la camiseta de mi equipo favorito con mi nombre detrás, pero el detalle de la foto era algo que solo se le podía haber ocurrido a Ashton. Quería agradecérselo pero mi orgullo no me dejaba. Quería verlo y abrazarle mientras le daba las gracias una y otra vez, pero sabía que eso no iba a pasar. Dejé las cosas encima de la cama y miré el reloj. Teníamos que irnos a ensayar, solo quedaban dos funciones por hacer antes de las vacaciones de navidad.

Era medianoche cuando volví a casa, no dejaba de pensar en el regalo de Ashton. Estaba tan emocionada por la camiseta que no era ni normal. Aparqué el coche enfrente de casa, los chicos habían decidido volver a salir esa noche para celebrar que mañana era la última función y no volveríamos hasta después de las vacaciones. Pensé que sería buena idea ir a casa e intentar dar con Ashton, aunque solo fuera por agradecerle el detalle. Subí las escaleras rumbo a mi habitación y vi que la puerta estaba abierta. Yo no la había dejado abierta. Entré y vi a alguien sentado en mi cama. Encendí la luz , y vi a un chico jugando con la baqueta (que en su día le robé a Ashton) entre los dedos sentado al borde de la cama, reconocía esa silueta y esa forma de jugar con la baqueta.

Ashton – dije.

Let's be UnpredictableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora