Ain llega a casa.

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(Narra Sam)

Veo que has sobrevivido a mi hermano y a las dos fieras que tiene por amigos – me dijo Ain nada más verme.

Los tengo dominados – le dije dándole un abrazo.

Estás diferente Sam

Está más morena, se largó de vacaciones a la playa – le dijo Paul a su hermana mientras le cogía las maletas.

Sí, eso es. Te sienta bien el moreno – asintió.

Y tú, ¿cómo estás? – le pregunté.

Bueno, tirando. Me voy de casa para desintoxicarme de hombres y me meto en una casa rodeada mayoritariamente de hombres. No es muy normal pero que se le va a hacer.

No te creas, no son hombres – ambas empezamos a reír.

¿No te molesta que me quede tanto tiempo? – me preguntó mientras subíamos al coche.

¡Qué va! Me encanta que hayas venido. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.

Cuando llegamos a casa, Robert y Tom estaban sentados en el sofá jugando a videojuegos. Cuando vieron a Ain se levantaron y se fueron directos a abrazarla. Casi la ahogan a la pobre. Paul se ofreció a dormir en el sofá esa noche para que su hermana pudiera dormir en una cama normal. Habían invitado a Dei a cenar para que conociera a Ain así que allí estábamos los seis sentados en los sofás cenando pizzas.

Así que mañana a esquiar, ¿sabéis esquiar? – preguntó Dei.

Hace un montón de años que no esquiamos, no sé si nos acordaremos – dijo Paul.

Hombre, tú siempre acabas comiendo nieve así que... – le pegó Ain a su hermano un codazo.

Y ¿tú? – le preguntó Tom a Dei.

Sí, mi familia y yo vamos todos los años por año nuevo a esquiar.

Mejor, así tendremos una profesora – le dije.

¿De quién fue la idea de ir a esquiar? – preguntó Ain.

De Calum Hood – le contesté.

Espera, ¿qué? ¿sois amigos de Calum Hood? – empezó a preguntar Ain mirando a su hermano sorprendida.

Por la cara que pone, creo que no te caen muy bien – dijo Dei.

No me gusta su música. No sé los veo demasiado prepotentes – se encogió de hombros.

Ya verás cómo te caen bien – le dije.

Pero al batería no puedes ni tocarlo, es el ex de Sam – añadió Robert y recibió un pelotazo de papel en la cara de mi parte.

¿En serio? – Ain abrió la boca – Sam tú y yo tenemos unas cuantas conversaciones pendientes.

Va a ser un viaje entretenido – empezó a reír Dei.

Cuando acabó la cena, Dei se fue a casa a preparar las cosas y nosotros hicimos lo mismo, cada uno fue a su habitación y empezó a preparar las maletas. Cuando estaba a punto de cerrar la mía, alguien tocó la puerta.

Adelante – contesté mientras me sentaba encima de la maleta para cerrarla, era imposible.

¿Puedo pasar Sam? – dijo Ain asomando la cabeza.

Let's be UnpredictableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora