Vuelta a la normalidad

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(Narra Sam)

Estábamos los cuatro sentados en unas sillas giratorias esperando que David apareciera, como siempre llegaba tarde.

Te reto a que yo puedo girar más rápido que tú – le dijo Robert a Tom mientras empezaba a girar.

Eso está por verse – le siguió el juego Tom mientras ambos empezaron a girar sobre la silla.

¿Deberíamos cambiar de compañeros? – me dijo Paul mientras nos reíamos de lo idiotas que parecían.

Os vais a marear – les dije.

Eso es imposible – dijo Robert

Mientras decía eso, la silla de Robert chocó con la de Tom y ambos cayeron al suelo. Paul y yo empezamos a reír, tanto que las lágrimas salían por nuestros ojos, en cambio Tom y Paul estaban los dos sentados en el suelo ocultándose como podían.

¿Qué acaba de pasar aquí? – dijo David abriendo la puerta y mirando a los dos – Casi prefiero no saberlo.

Hola David, ¿qué es eso que tienes que contarnos? – preguntó Paul mientras ayudaba a levantarse a los chicos.

Primero tenemos unos temas que oír ¿los habéis preparado? – se sentó en una de las sillas giratorias.

Si, Sam nos las enseñó anoche. Y he de decir que son increíbles – dijo Tom guiñándome un ojo.

No son para tanto – intenté quitarle importancia.

Escuchémosla entonces – dijo David.

Cogimos los instrumentos y nos pusimos a tocar las canciones. Una detrás de otra, había como unas cuatro. David nos miraba y asentía con la cabeza mientras escribía en su cuaderno. Cuando llevábamos dos de ellas nos dijo que si podría traer a otra persona para tener una segunda opinión. Le dijimos que no nos importaba, aunque estábamos bastantes nerviosos. Una chica joven apareció y se sentó junto a David. Cuando terminamos de tocar, los cuatro miramos a David y a la chica esperando que nos dijeran algo.

¿Qué te parecen? – le preguntó a la joven.

¿La verdad? Me parecen increíbles. Esas canciones son perfectas. – dijo tímidamente.

Bien, piensas como yo. Como se nota que somos familia – le puso la mano en el hombro a la chica.

No me lo recuerdes – bufó ella.

Os presento a Dei, ella es mi sobrina. Está de prácticas en nuestra discográfica y esas cosas. A partir de ahora pasará bastante tiempo con vosotros. – nos explicó David cuando vio que le estábamos esperando una explicación.

Encantada, es un placer ver a una chica – le dije.

Tras las presentaciones y todo eso, David se acomodó en la silla y nos miró fijamente.

Chicos – dijo.

Aquí viene la bomba – bromeó Paul.

Os lo voy a decir sin rodeos. Puede que os consiga una actuación para los premios británicos de la música.

Abrimos los cuatro los ojos como platos y nos quedamos allí los cuatro con cara de bobos.

Pero, si acabamos de empezar, ¿cómo es posible? – pregunté.

Let's be UnpredictableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora