Preguntas sin respuestas.

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(Narra Sam)

Cuando volví al mundo real un montón de ojos me estaban mirando. Parecían preocupados. Abrí y cerré los ojos un par de veces para volver a acostumbrarme a la luz. Intenté levantarme, bueno sentarme por lo menos, pero era incapaz.

Sam ¿cómo estás? – me preguntó Tom mientras me ayudaba a sentarme.

Me siento un poco observada – intenté bromear pero ninguno se reía.

No bromees Sam. Menudo susto nos has dado – sentí la mano de Ashton en mi pierna. Parecía preocupado.

Estoy bien, dejadme un poco de espacio, madre mía ni que hubiera perdido el conocimiento por un rato – les dije mientras conseguía sentarme en una especie de sofá que había allí dónde quisiera que estuviera.

Sam, has estado inconsciente durante 5 minutos – Paul se sentó a mi lado. No recordaba nada, solo salir del escenario.

Casi nos matas del susto– dijo Michael.

¿Inconsciente? No me acuerdo de eso. Enserio dejad de preocuparos por mí estoy bien – intenté tranquilizaros.

Chicos, tenéis que salir en cinco minutos, no podemos retrasar esto mucho más – se acercó un técnico de sonido a Luke y al resto y ellos asintieron.

No quiero salir a actuar – se quejó Ashton sin dejar de mirarme. – debería llevarte al médico.

Pues vas a tener que salir o te llevo arrastras – le amenacé.

Está bien – se resignó Ashton.

Los chicos salieron al escenario y el resto nos quedamos en aquella sala en la que estábamos. Sentí que Paul y los chicos no dejaban de mirarme, me estaban empezando a poner nerviosa.

¿Queréis dejar de mirarme? – les grité.

Te pasa algo y no quieres decirnos el qué – Robert se sentó delante de mí con las piernas cruzadas.

Otro. Que me maree un poco no significa nada – le expliqué.

Claro, pero eso no es muy normal cuando llevas más de tres en una semana – Tom abrió la boca. Era el único que sabía de mis mareos. Le miré con cara de odio.

Tengo hambre. ¿Por qué no comemos algo? – me levanté y fue a por la bandeja de bocadillos.

Buena idea – Ain se dio cuenta que quería cambiar de asunto.

Tom tiene algo que deciros – me vengué dulcemente de Tom que vi como su expresión se llenaba de odio.

Te odio – dijo en voz baja.

Lo sé – sonreí.

No sé cómo os vais a tomar esto – Tom empezó a caminar de un lado a otro de la habitación.

Déjate de misterios y dinos que pasa – Robert se impacientaba.

Dei, Ain y yo nos sentamos en el sofá mientras que Paul se sentó en su batería portátil y  con una mano jugaba con las baquetas y la otra sostenía una manzana. Robert se sentó entre mis piernas en el suelo mientras tenía su móvil en la mano, tal vez estuviera escribiendo algún tweet.

La cosa es que... – se hizo el silencio y tomó aire – desde hace un tiempo he descubierto que me gustan los hombres .

Let's be UnpredictableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora