Capítulo 33

898 118 4
                                    

—En verdad debo irme — prometo.

—Aún es temprano como para salir de una fiesta — opina, y es una realidad que no estoy dispuesta a aceptar —. Si simplemente no quieres estar más en este lugar, podemos ir a otro lado, yo también hago fiestas como esta, podemos ir para allá.

—Me gustaría hacerlo, pero en verdad debo irme, sé que no es tan tarde, pero no puedo quedarme más tiempo.

—¿Me dejarás llevarte a tu instituto?

—Me gustaría aceptar, pero he quedado con un amigo para irnos y ya me debe estar esperando.

—De acuerdo, será después, entonces.

—Sí, después.

—¿Que tal tú número? ¿Puedes dármelo, Barbie?

—Claro — acepto sin remedio, pues con dos rechazos son suficientes.

El chico me da su móvil para que escriba mi numero y lo hago rápidamente sin más opción.

—Espero verte pronto entonces — dice cuando le regreso el móvil —. Tal vez aceptes una invitación a salir...

—Claro, suena bien.

—De acuerdo, entonces nos veremos pronto.

Me despido del chico y doy la vuelta rápidamente para ir de vuelta con Ashton y salir de aquí de una vez.

Las cosas han salido bien, aunque se hayan desviado de rumbo ligeramente.

Ahora no solo estoy contra los dioses, sino contra un tipo que recién conozco, y que voy a quitarles de encima a mis propios enemigos.

Lo sé, es estúpido, bien podría usar a Uriah para acabar con ellos, pero en vez de eso les ayudaré a acabar con él.

—Debemos irnos — aviso en cuanto vuelvo a reunirme con Ashton.

—¿De verdad fuiste con Uriah? — inquiere Artemis —. ¿Sólo te acercaste a él como si nada y ya? ¿Como si no fuera un peligro andante?

—Tal vez no lo sepas, pero si me atreví a tirarme a tu hermano, no creo que sea más peligroso platicar con Uriah.

—Es diferente — debate —.
Mi hermano puede ser un cabrón, es cierto, pero Uriah es diferente, es malo, un maldito hijo de perra, nada lo detendrá, sólo busca hacerle el mal a los demás.

—¿Tú hermano no?

—Es diferente, Uriah no se tienta el corazón con nadie, si requiere matar a alguien para conseguir algo, créeme que lo hará.

Sí, los alcances del tipo son notorios, pero debo admitir que es un poco más incómodo escucharlo.

—Escucha, igual que tú, a mí no me agrada la idea de que algo le ocurra a Ares. Puede que sea un cabrón y quiera joderlo, pero lo quiero vivo y dejarlo vivo después. No algo diferente.

—Yo tampoco quiero que a Ares le ocurra nada — niega con el rostro asustado —. Pero ir directamente con Uriah no es la maldita solución.

—Basta, haremos las cosas así, podré con esto, no pasa nada.

—¿Podrás? Tienes a los siete encima, ¿en verdad quieres echarte a uno más también?

—No va a ser complicado. Créemelo, todo va a estar bien.

—Estás poniéndote en peligro, ¿lo comprendes?

—Sí, lo tengo bien en mente — acepto —. Pero no te preocupes por mí, te aseguro que todo va a estar bien.

Olympus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora