Una vez más tocan la puerta.
Creí que para la tercera vez se habrían dado cuenta de que no había nadie aquí adentro, sin embargo pareciera que la persona de allá afuera sabe exactamente que aquí estoy.
Me paro de golpe y voy a ver quien insiste tanto.
—¿Saliste con Ares anoche? — interroga en cuando aparezco en su campo de visión.
—¿Qué carajo quieres? — cuestiono peinándome el cabello con los dedos.
—¿Saliste con Ares anoche? — repite.
—¿A qué viene la pregunta?
—¿Lo hiciste o no?
Su insistencia ya me tiene irritada, despertarme así ya ha sido mucho de por sí.
—No propiamente, salí a correr y lo encontré en el camino, ¿ya? — le respondo para que me deje tranquila.
—¿Quién sale a correr a las tres y media de la madrugada?
—Notoriamente nosotros.
—No deberías hacerlo.
—Tú no deberías de estar aquí; si no hay más que decir lárgate.
—Espera — evita que cierre la puerta.
—¿Qué? — replico.
—Ten — Eros saca algo de la bolsa de la chamarra y lo extiende a mí.
—¿En serio? — inquiero mirando el chocolate.
—No hay que perder la costumbre — alardea guiñándome un ojo antes de irse.
—Costumbre mis bolas.
¿Quién se cree?
—Buenos días — Ares aparece frente a mí entonces, haciendo que me sobre salte; viene vestido con jeans negros, Adidas blancos y un suéter blanco —. ¿Amanecimos de malas?
—Tu amigo me pone de malas — repongo.
—¿Eros? Sí, es irritante — confirma.
—Yo diría que es más que irritante.
—Muchas cosas más.
—No sé como lo soportas.
—Todos tenemos nuestro lado malo — supone.
—Y vaya que es malo.
—En fin, no vine a hablar de Eros — dice como si él le molestara.
—¿Venías a hablar?
—Vengo a invitarte a desayunar, de verdad que anoche me quedé muy intrigado contigo — y vaya que no fue el único —. ¿Te gustaría?
—Hmm... no lo sé... — ¿esto es una trampa?
—Es una simple invitación. No es una cita ni nada de eso — aclara reparando en algo diferente a lo que yo.
—Bien... ¿me das un minuto?
—Claro, no hay prisa.
Cierro la puerta de nuevo y me apresuro a cambiarme de ropa, anoche estuvimos vagando por ahí hasta las cinco de la mañana mientras platicábamos de quién sabe que cosas.
La verdad fue agradable, no puedo negarlo.
Ares es de esos chicos profundos, interesantes y tremendamente cultos.
Me pongo unos jeans negros, converse blancos y una playera con cuello en V blanca.
Entro al baño y me apresuro a lavarme los dientes mientras me maquillo un poco.
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Olympus
RomantizmCalifornia Kendrick pisa por primera vez las tierras de la que será su nueva universidad y hogar: el Instituto Umbra. El colegio más prestigioso y elitista de la ciudad de Nueva York. Donde todo está sumergido en las sombras del Olimpo que es gobe...