He hecho un reto un poco estúpido con Uriah.
Y digo estúpido porque incluso sé que perderé.
Elijo una de las bebidas en lata y la destapo mientras el chico toma otra.
—¿Lista? — pregunta.
—¿Para perder? Me hago a la idea.
Sonríe y niega por mis palabras.
—Uno — comienza a contar —, dos... tres.
Y en cuanto menciona el tres, ambos nos llevamos la bebida a la boca.
El punto de nuestra apuesta es saber quién terminará de beber completamente el líquido primero.
Y aunque soy bastante rápida en hacerlo, algo me dice que Uriah es más rápido que cualquier ser en el mundo.
Él gana tal como lo pensé, pero yo acabo un segundo después y no me siento tan desafortunada.
—Soy menos rápido de lo que creíste — apunta.
—Más bien soy más rápida de lo que pensé.
Russ aparece nuevamente a nuestro lado, viene agitado y jala ligeramente a Uriah.
—Vayamos adentro, jugaremos verdad o reto — y va rápidamente hacia la casa.
Ambos le seguimos sin duda alguna y entramos sin ir tan apurados como él.
Dejo que Uriah me conduzca al lugar donde van a jugar y llegamos a una estancia un poco pequeña pero libre de personas bailando y volviéndose locas. Solo con los que jugarán, según creo.
—Estamos todos — informa una chica con el cabello teñido de verde en las puntas —. Uriah, ¿quieres elegir primero? — propone ofreciendo una bote de plástico con pelotas de pin pong blancas que tienen un número pintado.
Él observa un segundo los numero hasta elegir el ocho.
La chica se pone frente a mí y tomo el número seis.
El resto de personas van tomando una bola conforme es su turno, y ella toma una bolsa de tela negra en cuanto todos tienen número.
—Recuerden bien su número — pide —, todos van a meterlos a la bolsa para que podamos comenzar.
Y dadas las primeras indicaciones, deposito mi pelota en el saco negro.
—¿Número uno y quince? — pregunta. Russ y otro tipo alzan la mano y se acercan — bien, comiencen.
Ambos se paran frente a frente y agitan los puños cerrados.
Al parecer juegan piedra, papel o tijera para decidir algo.
Sueltan una carcajada cuando ambos tiran tijera, y vuelven a intentarlo por segunda vez.
—Bien, comienza Russ — informa la teñida cuando él gana.
—De acuerdo, Jack... — habla éste mientras piensa —. Besa a Garret en el cuello. Pero imagina que es una linda chica a la que estás a punto de llevarte a la cama.
—Vamos, Russ...
—Anda, no tenemos toda la noche — presiona —, tienen que ser cinco segundos, apresúrate y hazlo ya.
El chico se rinde y hace lo que dice. Va con el tipo que tiene al lado y él solamente se ríe mientras tiene que ser besado.
Una vez que el reto ha terminado, Jack saca otra de bola del bolso.
—Trece — dice en voz alta el número.
—Yo — la chica que sostiene el bolso alza la mano.
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Olympus
RomanceCalifornia Kendrick pisa por primera vez las tierras de la que será su nueva universidad y hogar: el Instituto Umbra. El colegio más prestigioso y elitista de la ciudad de Nueva York. Donde todo está sumergido en las sombras del Olimpo que es gobe...