Uriah bota la pequeña pelota naranja en la mesa y roza el vaso central, casi entrando, pero se sigue de largo y cae dentro de otro.
El dueño bebe su contenido y se sirve más rápidamente.
Soy la siguiente en tirar, me preparo unos segundos para hacer mi mejor esfuerzo y conseguir de una vez terminar el juego.
Suelto la pelota con suavidad y logra entrar al vaso de forma limpia.
Todos parecen pasar por un momento de pánico y toman torpemente lo que tienen para girar y comenzar con el último paso.
Pongo el vaso en la orilla y mis intentos por voltearlo comienzan.
Apenas dos logran hacerlo, y aunque todavía hay bastantes posibilidades de que lo consiga a tiempo, me presiona seguir sin poder.
Vuelvo a darle un golpe, el vaso se tambalea un poco pero al final termina bien puesto sobre la mesa.
Uriah es el siguiente en lograrlo y solo quedan Russ y otro chico.
La atención se centra en ellos y ambos comienzan a reírse cuando por más que intentan ninguno logra ganar.
Al final el perdedor es el otro chico y Russ ríe fuertemente por haberlo logrado a tiempo.
—¿Jugamos de nuevo? — propone el chico.
—Claro, pero iré al baño primero — decido.
—Subiendo las escaleras es la primera puerta a la izquierda — explica y se hace a un lado para dejarme pasar.
Vuelvo a entrar a la casa y sigo las indicaciones del chico.
Una vez que subo los primeros escalones el camino está libre de personas y no me tardo en llegar a donde debo.
Giro la perilla despacio por si hay alguien dentro, pero el lugar está vacío y entro prendiendo la luz.
Pongo seguro a la puerta y lo primero que hago es mirarme al espejo.
Luego de quitarme el maquillaje que iba de acuerdo al cabello rubio no sabía cuánto duraría el sobrante ni que tan bien me vería al pasar las horas.
Pero tal parece que no hay demasiada diferencia y mi rostro se ve bien y sin nada corrido.
Me quito del espejo y saco el móvil para revisarlo, pues he sentido que recibí varios mensajes al pasar del tiempo y no he querido mirarlos hasta no estar sola.
El primer mensaje por el que me decido responder es de Rebecka.
"—¿Cómo va todo?
—Todo marcha excelente — respondo —. Pensé bien lo que dijiste por la tarde, y al fin lo hice. Uriah sabe todo".
El siguiente mensaje que leo es el de Ares.
"—Creí que habías rechazado a Eros por malicia, pero al ver que no estabas aquí pensé que tal vez podría tener razón y saliste con Eliot. Pero acabo de encontrarme a Eliot en la cafetería y definitivamente no estabas ahí.
—Pues no — confirmo, aunque en sí, el mensaje me parece muy fuera de lugar de su parte —. Vine a pasar el día con mi madre".
Y dado que no le debo explicaciones prefiero mentirle, pues así al menos me lo quitaré de encima y podré continuar con mi noche sin preocupaciones.
El último mensaje es de Eros y me quiero sorprender de que mi primer rechazo no haya sido suficiente para él. Pero lo conozco, y sé que nada le es suficiente cuando sólo quiere molestar.
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Olympus
RomanceCalifornia Kendrick pisa por primera vez las tierras de la que será su nueva universidad y hogar: el Instituto Umbra. El colegio más prestigioso y elitista de la ciudad de Nueva York. Donde todo está sumergido en las sombras del Olimpo que es gobe...