Cómo Escuchar a tu Corazón

Siempre hay momentos trascendentales I

Capítulo 20: Siempre hay momentos trascendentales I

"Todo lo que hacemos, veras, tiene consecuencias y repercusiones,

cada buen y mal acto, cada amigo que hacemos, y también cada enemigo.

Todo está conectado".

Cómo aprovechar la joya de un dragón. — Cressida Cowell

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Karena estaba llorando encima del cuerpo de su hermano, a pesar de tener a su lado y ver que Drago empezaba a marcharse con el escupe hielo, no era nada sencillo asimilar todo lo que le había ocurrido. A los pocos segundos apareció Eret, al lado de él, el regordete compañero.

— ¿Ya vieron a Drago? Lleva a demasiados dragones a su lado, tal vez si logramos interceptarlo, tendremos la oportunidad de distraer algunos dragones y evitar que lleguen a Berk. La isla está demasiado vulnerable ahora como para recibir un ataque de esta magnitud.

— ¿Qué propones? — Pregunto Karena, muy asustada y dolida por su consanguíneo.

— Yo creo que es mejor buscar refuerzos en esta isla, los berserkers nos pueden ayudar muchísimo, y no sólo ser enemigos. — opinó el rubio. La castaña miró a su amiga y al trampero. Ellos le brindaron miradas de confianza para tomar las armas necesarias y reclamar el trono berserker.

— La Isla nunca ha tenido a una jefa. No estoy segura que hacer. Mientras Dagur estuvo encarcelado hace tres años, me encargué de manera interna, pero jamás tomé el trono. –recordó con cierta ansiedad.

Fishlegs le dio unas palmaditas en la espalda, por encima de la capucha blanca. — Claro que te van a apoyar, tu gente quiere cambiar, y tú eres la llave de ese cambio. La historia la hacen quienes desafían su destino.

Miró el cuerpo de su hermano que yacía a los pies de ella, y recordó lo que le había dicho. En los últimos segundos de su vida él cambio, fuera por remordimiento o por raciocinio, pero él cambio y en realidad aunque quisiera negarlo fue gracias a ella. Quizá su nuevo amigo sí tenía razón, ella era lo que necesitaban para empezar de nuevo.

Si irguió derecha y endureció su mirada. Iría contra muchas costumbres, ideologías e incluso contra su misma gente, pero la historia y las oportunidades escritas en su sangre debían cambiar.

— Debo reunir al consejo. — dijo Karena empezando a caminar afuera de los calabozos. —Berserker tiene una nueva líder a partir de que este día.

En las siguientes horas todo el pueblo estaba reunido en el Gran Salón. Había un silencio que hasta podían escucharse las respiraciones y los latidos de las personas que estaban alrededor. Sólo esperaban a que el Consejo, de los más fieles seguidores de Dagur empezaran a hablar, pues ya habían discutido con anterioridad toda la situación que enfrentaba la isla. Hasta que uno de ellos, el más anciano se puso de pie y con su bastón tocó dos veces el suelo para llamar la atención de todos.

— Nuestro jefe ha muerto, y con él, toda la dinastía de Deranged. Quedan dos hijas legítimas de nuestro antiguo jefe una de ellas es la princesa Karena que la tenemos aquí presente y la princesa Heather, quien ha estado ausente en la isla desde hace años. — todo el pueblo asintió, guardando silencio. — Sin embargo, sabemos que la Isla Berserk se caracteriza por buscar la fuerza en donde no existe. No nos hemos detenido por nada en más de 350 años y este día no será la excepción.

Karena respiraba con dificultad, pues las palabras del anciano no le daban ni una pizca de esperanza ante la solicitud que ella había hecho de reclamar el trono. Era conocido por ser un radical, un fuerte aliado de la dinastía Deranged, pero también un berserker obsesivo. Él y sus clanes seguían fielmente a Dagur en cada uno de sus ataques e incluso en sus ideas suicidas, no por compartirlas, sino por motivo de lealtad. A pesar de ser viejo, su cuerpo lleno de tatuajes y cicatrices marcaban historias de las que quería seguir siendo parte, y eso no incluía a una reina en el trono.