Capítulo 26: Sé valiente

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Capítulo 26: Sé valiente (I)

"Es mucho más fácil ser valiente cuando no tienes alternativa". Cómo entrenar a tu dragón. –Cressida Cowell

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Todos los jinetes y los ayudantes del jefe hicieron un gran trabajo al calmar y sosegar a los aldeanos que llegaron a despertarse por el movimiento del muelle. Los refugios no fueron necesarios, así que sólo mandaron llamar a Heather y a Ruff quienes eran las que se habían quedado a cargo, pues en menos de media hora consiguieron que se marcharan a sus casas, claro que a excepción del gabinete de administración de Hiccup quien parecía tener de urgencia una reunión ante la información.

La reina de Berserk pasó al Gran Salón, junto con Sotma, su dama de compañía, guardias de la élite y dos consejeros. Esperaban que todo siguiese mejor con un buen tarro de hidromiel, o bien, de leche de yak.

-Me da gusto verlas. –comentó Astrid, refiriéndose a Karena y Sotma.

-Igual a nosotras, y en serio lamento mucho haber venido en medio de la noche, pero no podíamos hacerlo de otra manera, debíamos ser sigilosos, ni si quiera confío en el correo aéreo, al menos no para comunicar este tipo de detalles.

-¿Y por qué no viniste sólo en tu dragón? Todos sabemos que los dragones son más rápidos. –opinó Tuffnut, como si fuera de lo más obvio.

-Pronto migraran para realizar sus nidos, así que no quería incomodarlos, además que están protegiendo Berserk. –informó Karena, agradeciendo las atenciones.

Los chicos guardaron silencio, mientras el consejo de Berk tomaba asiento en esa mesa.

-Reina Karena, agradeceríamos que nos dijera la situación que la ha traído hasta Berk. –solicitó Gobber. –La información completa.

La lady asintió y le solicitó a uno de sus hombres que le pasaran un bolso de cuero. Respiró hondo y se dedicó a explicar lo que había descubierto esa misma tarde.

-El rey Axel fue a Berserk hoy en la tarde, justo después de que la cumbre terminara. Se encontró estos documentos en el archivo del archipiélago. –le extendió los viejos pergaminos a Hiccup y a Astrid. –Son de Bog Burglar.

Cuando dijo eso, la mirada de la rubia se iluminó. Sujetó dicho papel con mucha más veneración y trató de entender la relación que tenía con ella.

-Es el tratado de la sugerencia del matrimonio de Astrid y Dagur. –informó, cautelosa de que eso abriera viejas heridas.

-¿De nuevo con lo mismo?, sabemos que... que fue anulado, además, que Dagur lo modificó y... no tiene validez. –sentenció Hiccup, aturdido por ver esos documentos de los que casi no se acordaba, al menos parecían ser los originales por la calidad del papel y la tinta completamente intacta.

-Así es. No se solicita una unión específica en ese documento, pero en este, el que Axel me dio, está firmado por Bertha y Erick, así como por mis padres, Oswal y Emma, donde dice de alguna forma que los Burglars deben de pagar la protección y apoyo que se les dio. –mostró el siguiente pergamino donde estaban las cláusulas.

Astrid reconoció la letra de su madre debido a su antiguo diario y las cartas que ella le dejó.

-Pero ya no existe esa tribu. –opinó Valka, conocedora de la historia.

-En parte es cierto. –aclaró la reina con diplomacia. -No existe la isla, pero mientras exista un sobreviviente, ese vikingo debe pagar. Dagur hizo pagar a los burglars como esclavos, pero...

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