Capítulo 43: En lugar de armas, corazones.

239 24 3
                                    


.

.

.

Capítulo 43: En lugar de armas, corazones.

" Hay algunas preguntas, algunas batallas,

algunos Hiccups que vale la pena perder

para tener un mundo mejor.

Porque a veces,

No nos damos cuenta en el momento,

Pero la historia de la que todos somos parte

No es sólo una historia sobre Vikingos e islas y dragones.

Es una historia sobre crecer.

Cómo robar la espada de un dragón. –Cressida Cowell

.

.

.

Hiccup retumbó por dentro, sobretodo cuando se miró completamente y sintió que tenía sus dos piernas, además de las vestimentas de brillante armadura justo como las de su progenitor.

Todo era irreal. Parecía un sueño. Ni en sus más locas ideas se le hubiera ocurrido vislumbrar el Valhalla de esa manera.

-¿O quieres ir a otra parte? –preguntó Stoick al descender con su dragón y posarse sobre un farallón, antes de entrar a la gran ciudad.

-Eh... no, claro que quiero al Valhalla, pero creí que allí sólo iban los grandes héroes y guerreros. –se encogió de hombros.

-Así es, y tú eres el héroe más grande que el archipiélago ha tenido. –expandió los brazos, orgulloso. –Has puesto el apellido Haddock en lo más alto de la historia. Eres un héroe por el simple hecho de que haces lo correcto. Haces todo lo bueno en cuanto te sea posible, y eso hijo mío, es de lo más difícil que un hombre puede hacer: cambiar.

Hiccup se abochornó con su característica humildad.

-Ahora estaremos juntos, hijo. –el ex jefe de Berk lo zarandeó tomándolo de los hombros, feliz de verlo y estrujarlo con paternidad.

El muchacho sonrió feliz. –Me has hecho mucha falta, papá.

-Lo sé, pero has estado bien instruido por Gobber, mi Valka y Astrid. –le recordó paternalente.

El escuchar el nombre de las personas que amaba le aturdió.

-¿Qué pasará con ellas? –susurró, culpable,

-Pues, seguirán con su vida, hasta que sea su turno de reunirse con nosotros. –dijo como si fuera de lo más obvio.

Hiccup se acongojó un poco, no despedirse le abrumaba.

-¿No es lo que querías?

El castaño se quedó callado.

-Me gustaba en donde estaba... con quién.

-¿Es por Astrid? –preguntó suspicaz, él habría dado lo que fuera por estar más tiempo con su familia también.

Hiccup asintió levemente. –Claro. Ella, Berk, Toothless. No quiero dejarlos ahora, verás, planeamos tener un hijo.

Stoick sonrió. -Entiendo, sé cómo te sientes, pero tu tiempo allá está por terminar. Acá no está nada mal, incluso tu hijo se la pasa bien.

Cómo Escuchar a tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora