🍰8.

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TH.

— hueles a sexo...— susurro.

— lo sé...— asentí.

— odió eso...ve a ducharte— ordenó con su ceño fruncido.

— chim, son las dos de la mañana— me queje, estaba loco sí creía que tomaría una ducha a esta hora.

— Kim taehyung ve a ducharte...

— hace frío, no lo haré— negué.

— vamos, eres un asqueroso!!— golpeó mí pecho con su mano echa puño.

— lo haré mañana— suspire.

— si no tomas una ducha pasarás la noche en el sofá de la sala... tú decides— dijo seriamente.

— pero quiero dormir a tu lado— pucheree, eso siempre funsionaba.

— ya dije que me molesta ese olor taetae, odió cuando hueles a sexo imbecil, no me gusta, me molesta!!— chilló.

—ahhhs, ves lo que hago por ti?— suspire mientras me ponía de pie y caminaba hasta su armario por una de mis suda- mejor dicho por una de sus sudaderas, las mismas que yo dejé aquí pero que ahora según el le pertenecían— si tomo un resfrío tu cuidarás de mí — le advertí saliendo de la habitación camino al baño.

No era de esos que se dejaban controlar por alguien, pero si de el se trataba todo mí mundo cambiaba. Sé que todos pensaban que había algo entre nosotros pero lo que no entendían era no había nada más allá de la amistad, lo nuestro era algo diferente su pero especial, park Jimin era mí alma gemela y así se quedaría por mil años mas.

Al salir, una ves ya duchado, lo encontré recién ingresando a la habitación, con un vaso de agua en sus manos, vistiendo solo una gran sudadera azul claro, seh... también era mía,  cada ves que estaba en casa solo usaba una de mis sudaderas, nada más que eso y maldición debía de admitirlo, era malditamente hermoso.

— bien ya esta— le sonreí— podemos dormir de una ves?

— ahora si— asintió tiernamente.

Solo sonreí y seque bien mí cabello, el dejo el vaso en la mesita de luz y se acostó en la cama, segundos después yo lo seguí.

— tienes tú shampoo, porque sigues usando el mío— me pregunto mientras se acurucaba en mí pecho.

— el tuyo hule bien— reí rodeando su estrecha cintura.

— tonto...

— así me quieres...

— como digas...

[...]

A la mañana siguiente desperté con cierto Omega enroscado a mí cuerpo, sonreí por inercia y acaricié sus rubios cabellos.

— que hora es?— murmuró.

— las once...— susurre observándolo fijamente.

—porque me miras de esa forma?— bostezo.

— sabes...eres el prototipo de Omega perfecto.

— que dices— sonrió.

Es que acaso alguien podía verse así de hermoso al despertar? No , solo park Jimin podía hacerlo.

— tus facciones son delicadas y perfectas, esas curvas, carajo Jimin, y esos ojos, ohhh dios mio park, esos ojos!!— grite sacándole una gran sonrisa.

— eres un tonto— río trepandose  sobre mí de modo que quedó sentado sobre mí abdomen bajo— solo tu piensas eso.

— no lo creo, creo que todos lo piensan pero no tienen los huevos suficientes como para decirlo.

Ya Veremos |• VMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora