Ya Veremos |• VMin.

🍰19/2.

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Eran a penas las cinco y treinta de la tarde, y vaya que había luchado...es más deberían de darme una medalla de honor por no sucumbir a la tentación llamada park jimin, todo el resto del día ese travieso Omega se la paso tentando a mí alfa el cual  estaba más que listo  para salir a la luz en cualquier momento y desgarrar toda su poca ropa.

Primero paseándose con nada más que una sudadera blanca la cual a penas y le cubrirá por completo dejando más a la vista sus hermosas y trabajadas piernas, segundo la forma en la que comía sus fresas sin dejar de mirarme a los ojos, tercero y última, cuando llegó la hora de su baño y se negó a secar su cuerpo y vestirse por si mismo, no fue tarea fácil para mí ya que lo cubrí con una gran cobija negándome a hacer lo que el esperaba que hiciera, al final termino enojandose...

—tonto!!— grito mientras allí, frente a mis ojos, daba dos pasos atrás y dejaba caer la cobija al piso, por lo cual cerré mis ojos.

Al abrirlos no lo encontré en la habitación...eso hasta que mire hacia abajo encontrando un hermoso lobito albino de intensos y llamativos ojos verdes que levantando su pequeña naricita orgullosamente me gruñó. Sinceramente no sabía que hacer o como actuar debido a la impresión, estaba completamente plasmado de la sorpresa al ver lo hermoso que era, solo una vez hace ya varios años atrás tuve la dicha de verlo en todo su esplendor, jamás creí que esto volvería a pasar...

— Jimi-n...— susurre.

Ese lindo lobito me observó para después ignorarme por completo, se dio la vuelta y digno como alguien de la realeza salió a pasos elegantes y delicados aún con su cabecita en alto dejándome allí maravillado por completo...mi amigo era un lobito bastante orgullo y caprichoso.

Una vez pude salir de mí trance lo seguí hasta la sala donde se echó a descanzar cerca de la gran ventana mientras lamia su patita elegantemente, me acerque sigilosamente hasta el y al notar mí presencia me gruñó volviendo a su tarea de ignorarme por completo.

— quizás no lo sepas...pero eres mí mejor amigo— suspiré acercándome hasta tomar asiento a su lado a una distancia considerable — no puedo sobrepasarme contigo, entiendo tus deseos en este momento, es normal, estás en celo pero...confiaste en mí por algo y no quiero defraudarte Minnie— confesé.

El me observó fijo y se puso de pie en sus cuatro patitas, creí que se iría pero sorpresivamente se acercó a mí y se echó en mí regazo.

— gracias por entender— susurre acariciando su suave pelaje.

[...]

22: 15hs

En momentos asi me preguntaba cómo carajos es que termine cediendo ante el...mandé mí promesa al diablo y me sentía miserable por ello...bueno, no tan miserable.

No dejaba de besar mí cuello, sus manos acariciaban todo mí torso, había quitado mí camiseta lanzándola a algún lado en la habitación, se suponía que solo sería un beso, uno pequeñito, el lo prometió... pero apenas me acerque fue que ataco.

Lleve mis manos a su cintura para alejarlo, no podía perder el control, debía resistir, pero por la mierda que esto se sentía tan malditamente bien que mí miembro comenzó a endurecerse por completo gracias a sus caricias y besos, hasta era capaz se sentir algunas gotas de sudor resbalar por mí frente gracias a todo el esfuerzo que hacía en no permitirle salir a mí lobo.

Lastimosamente no pude alejarlo, no porque... ya era completamente tarde.

— maldición park— gruñi tomándolo en brazos haciendo que rodeará mí cintura con sus piernas.