EPISODIO 9:
Mirostro se contrae cuando la gran venda que cubre parte de mi cuellose separa de mi piel. Hago mi pelo, ahora mismo completamente laciohacia el lado contrario dejando la zona totalmente libre, y asípoder observarla con ayuda del espejo.
Escomo un boquete, muestra del aguijón que se incrustó en esa mismazona soltando el veneno. Tenía un tono violeta a su alrededor, dandolugar a un moratón debido al golpe que recibió el músculo. Laherida todavía supura por lo que las gasas se pegan a estas, ysacarlas resulta ser un proceso doloroso.
—¿Necesitasayuda?
Através del reflejo observó los peculiares ojos de Jace, quien estáapoyado en el marco de la puerta. Una chaqueta deportiva color grisestá abrochada hasta la mitad de su torso dejando a la vista suspectorales.
Sinduda, la actitud de Jace me recuerda a los intermitentes de loscoches. Primero me llevo mal, luego no, ahora sí, y ahora no. Y talvez Isabelle, Claryssa y Alexander acepten su comportamiento bipolar,pero desde luego que yo no estoy aquí para soportar que me tiren yme pisoteen para que luego me recojan y se ofrezcan a curarme lasheridas.
—Escúchamecon atención, Jonathan —le aviso cogiendo un pequeño algodón yechando una pomada sobre el—. No estoy aquí para aguantar tuscambios de humor —le reclamo frunciendo el ceño cuando laspequeñas fibras rozan mi piel—. Así que aclara de una vez tuspensamientos y lo que sea que opines sobre mi persona, aunque meimporte una mierda —lanzo el pequeño algodón hacia la papelera yencesto.
Élpermanece en la misma posición, solo que ahora su mandíbula estátensa y una sonrisa irónica con ápices de molestia adorna surostro.
—Nome fío de ti ni un pelo, Verónica —confiesa adentrándose en lahabitación y tomando asiento a los pies de la cama—. No has dadomás que contestaciones cortantes y sin contar dos o tres favoreseres fría con todos nosotros, e incluso pareces creerte superior—escupe con rabia—. Pero de todas maneras, pareces tener a todoscomiendo de tu mano, y por lo que he visto y percibido hasta elmomento, Alec parece estar también a punto de caer en tus redes.
Unapequeña carcajada sale de mi boca y me encamino hasta el armario,del cuál saco una chaqueta azul marina formal, perfecta para recibira Jia, sin perder ese toque que le da mi pequeño top el cuál sujetamis pechos y me permite no usar sujetador.
—Menudalengua filosa que te cargas, Jonathan, —murmuro observando esta vezel atuendo completo. Sentirme hermosa y empoderada calma mi cuerpo,por fin la Hera de siempre a vuelto—. Y por cierto, —me volteo—,no sé de qué red me hablas, pero por si no te habías dado cuenta,no soy una araña —ironizo.
Élrueda sus ojos, tal vez frustrado ante mi actitud impasible, o lacalma que mantengo mientras él suelta veneno por su boca en midirección, el cuál choca contra mi piel, pero no surgue ningúntipo de efecto en mi.
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Alec
РазноеUna nueva guerra trae consigo a una futura directora en prácticas al Instituto de Nueva York. Bajo la tutela de Alexander Lightwood, Hera pone el mundo del revés. 『alec×oc』 【actualizaciones semanales】